La fila de gente serpenteaba por calle San Luis, pero a sus nuevos eslabones no le importaba la extensión. Iban y se colocaban en el último puesto, que poco duraba porque inmediatamente venía otra persona. El stand de Motos Maverick es uno de los más visitados porque tiene una ruleta que le permite al público jugar con el azar para ganarse un premio. Y como hay más espacios con premio que los que no dan nada, la fila se mueve rápido: un giro a la rueda, cruzar los dedos para que la cintita se frene en un espacio con logo y recibir ahí nomás el regalo de las promotoras, si hubo suerte. Los ganadores se llevan una bolsa con folletería y un llavero y, si aciertan el logo dorado, una traba de seguridad para la moto. Pero, como se puede participar cuantas veces se quiera, hubo muchos perdedores que fueron por revancha. Eso sí, dispuestos a empezar otra vez desde el fondo de la fila.