Pasión. Laura Echegaray se hizo cargo de la empresa familiar cuando tenía 30 años. Hoy no se ve trabajando en otro lugar que no sea esta fábrica.

Les pasó de todo y no por eso pensaron en desistir. La frase de una reconocida película "Retroceder nunca, rendirse jamás" hace honor al tesón de las hermanas Echegaray, Laura y Josefina, por la manera tan particular en que llevan adelante a Salyclor SA, una empresa familiar dedicada a la producción de hipoclorito de sodio de uso industrial, para el agro y doméstico. 


El mes de julio de 2013 quedó marcado de forma indeleble en la historia de la empresa y en la memoria de sus responsables. Fue cuando falleció Daniel Echegaray, su fundador, y las hermanas quedaron a cargo de la empresa. Pero sería sólo el primero de los hechos de dolor que seguirían en poco tiempo. En agosto de ese mismo año, se les incendió la fábrica. Y apenas meses después, esta firma sanjuanina perdió una licitación con OSSE, con lo cual se quedaban sin su cliente más importante para la colocación de sus productos en el mercado. 


"Muchísima gente nos ayudó cuando nos pasó todo eso, y ese hecho demostró la gran persona que fue mi padre. Fue un momento que nos hizo crecer a golpes y que a su vez nos enseñó. A mí en particular me fortaleció, e incluso levantó mi autoestima, porque cuando pensé que no podía más, seguí adelante", recordó Laura Echegaray (37), quien hoy se dedica a la administración general de la firma. 


El dramático momento dio lugar a la superación y al surgimiento de la pasión de Laura por la empresa familiar, un trabajo que "no cambiaría por nada del mundo" dijo. "No me imagino haciendo otra cosa y hoy apuesto todo a esta empresa, creo que el espíritu de superación y la perseverancia se convirtieron en nuestras cualidades de liderazgo después de lo que vivimos", expresó.


A pesar de reconocer estas cualidades, a Laura no le gusta el título de líder. Dijo que le queda grande y que más bien se siente parte de un equipo. Esta concepción del trabajo conjunto es una de sus bases para llevar adelante la firma. La otra es la de ser ordenada económicamente. 


"No tener deudas nos ha permitido subsistir, apostar a la mejora del proceso continuo para abaratar costos además pensar en la incorporación de tecnologías para la mejora de esos procesos", explicó. En este sentido la firma trabaja en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para lograr la eficiencia energética de la empresa. Salyclor es una empresa electrointensiva (la materia prima es la energía) a la que, con el contexto económico actual, se le incrementó el costo de la electricidad en un 1.600%.


Actualmente Laura también forma parte del grupo joven de la Unión Industrial, espacio que le ha resultado más que útil en cuanto a capacitación e intercambio de experiencias. "Entre quienes lo integramos, la mayoría llevamos adelante una empresa. Eso a mí me ha ayudado a aprender a escuchar, recibir sugerencias. Hoy en día hay una visión más colaborativa entre los industriales y no se prioriza a quién está más arriba y por eso no comparte nada", contó. 


En cuanto a sus expectativas, reveló que sus objetivos se centran en ampliar su mercado en el resto del país y consolidarse en Cuyo.


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provincias específicamente, La Rioja y Mendoza (además del mercado sanjuanino), son destino de los productos de Salyclor.