Fue un hombre polémico hasta en la hora final. Los encontronazos entre las versiones sobre el modo en que murió no hacen más que agregar vértigo a la historia de un personaje histórico tan odiado como amado, que no se quedó quieto y que todo lo que hizo causó un profundo impacto en la sociedad. A la incertidumbre sobre en qué posición murió, ahora se agrega otra y tiene que ver con las últimas fotos que le tomaron a Sarmiento. Está en discusión si en la famosa foto que recorrió el mundo, en la que está sentado en su sillón que está en el Museo Sarmiento de Buenos Aires, Sarmiento estaba vivo o muerto.

En la Casa Natal de Sarmiento, en la Casa de San Juan en Buenos Aires y en varios libros de historiadores, aparece la famosa fotografía que impacta porque en el epígrafe dice que la tomaron unas horas después de su muerte, en la habitación de un hotel del Paraguay. Pero una publicación de la época, rescata la tarea del fotógrafo de apellido San Martín y afirma todo lo contrario. "Los sacados cuadros en grandes por el hábil fotógrafo San Martín, son de mucho mérito artístico. Son dos los cuadros. Uno en su sillón dormido antes de morir y el otro en el lecho, muerto, antes del embalsamamiento felicitamos al señor San Martín por su acabado trabajo" (Publicado el 19 de septiembre de 1888 en el diario El Nacional). La foto del catre se encuentra entre los archivos de la Biblioteca Nacional de Paraguay, nunca fue difundida pero DIARIO DE CUYO pudo acceder a ella.

En este archivo hay otra fotografía de Sarmiento en el sillón, que acrecienta las incertidumbres. Es que está en la misma posición que en la que se dijo que estaba muerto, pero en esta tiene en su mano un abanico y los muebles tienen otra disposición. El misterio podría estar develado en los escritos de Campobassi, amigo de Sarmiento, que aseguró que "su cuerpo fue colocado en su favorito sillón de resortes. Es admirable el mecanismo de esta silla,-le había dicho Sarmientos días antes de morir- ya que salva los riñones que tanto padecen en la cama". Según Campobassi", en ese sillón fue "nuevamente fotografiado por San Martín. En esa posición semejó a un viejo abuelo". En cuanto a las versiones sobre si murió acostado o sentado, García Moreau, que estuvo con Sarmiento durante sus últimas horas, escribió que el prócer, "a pocas horas de iniciado el martes 11 de septiembre de 1888, pidió que lo dieran vuelta del lado izquierdo. En esa posición abrió sus ojos con un movimiento espasmódico y quedó muerto. Eran las dos y cuarto de la madrugada, murió en su catrecito de hierro, encima de algunos almohadones. Su rostro dado vuelta a la pared y una de sus manos extendida sobre el cuerpo.

Mientras que uno de los muchachos que solía mantenerse en vela junto a su familiares más cercanos, conocido como el joven Alió, afirmó durante años que "Sarmiento estaba en su sillón, un poco ladeado hacia la izquierda sobre el atril tenía el libro abierto "Filosofía Sintética" de Spencer, Cuando concluía de leer una página nos miraba para indicarnos que diéramos vuelta la hoja. A la una de la madrugada empezó a leer más lentamente Jouran y yo notamos que el enfermo no podía terminar de leer la página 65. Sus ojos buscaban algo en la ventana. Su último manuscrito, inconcluso, fue la traducción de un trabajo publicado por la revista neoyorkina Political Science Quarterly, titulado Reforma del Servicio Federal. En lo que sí coinciden todos los historiadores, es que Sarmiento murió mirando la ventana.