San Juan ya es testigo de la muerte de un millar de personas en el contexto de la pandemia. Mujeres y hombres de todas las edades perdieron la batalla contra este virus y cientos de familias locales quedaron destruidas, muchas de ellas porque ni siquiera veían de cerca estos tristes desenlaces. Gustavo y Analía Vera, Lucas Molina, Blanca Vargas y Carlos Tejada son algunos de los rostros del dolor que dejó hasta el momento el covid-19. Ellos hablaron con este medio sobre sus duras historias, relataron cómo el coronavirus les quitó algún familiar querido y todos pidieron más conciencia a los sanjuaninos.

  • "Lo más duro fue no conseguir una cama"

 

"Somos muchas familias las que quedamos sin un ser querido en esta pandemia. Llegar a los mil muertos es un cachetón de realidad y sólo me sale decir que la gente debe cuidarse mucho y cuidar a las personas que más aman. Nosotros vivimos momentos muy difíciles con mi papá", comentó Gustavo Vera, que perdió a su padre el 4 de junio pasado.

Gustavo comentó que su papá, Víctor Vera, tenía 66 años y era paciente oncológico. "Creemos que se contagió trabajando -tienen un almacén-. No lo pudimos sacar cuando le dio el virus. Lo más duro fue no conseguir una cama para terapia, porque agarramos el pico más alto de contagios. Lo malo que tuvo mi viejo era que, por lo que nos dijeron los médicos, no lo iban a llevar a terapia intensiva porque era mayor y tenía una patología de base. El sistema lo descartó y nos dijeron que le daban prioridad a los más jóvenes", comentó Gustavo, mientras que su hermana Analía contó que su papá estuvo 13 días internado en el hospital de Caucete, pero no en terapia.

"No encontrábamos dónde internarlo. Hablamos con los médicos y les dijimos que teníamos plata, para pagar para que lo internaran, pero no había camas. Una doctora me dijo que la plata no vale cuando está todo colapsado", agregó Gustavo y dijo que él acompañó a su padre durante la internación y que no olvidará nunca cómo el virus lo fue consumiendo poco a poco.

  • "Se fue caminando y a los dos días murió"

 

Todos lo conocían como Papirulo. Era un policía retirado y hacía un mes se había hecho los estudios de rutina y estaba bien. Walter Molina tenía 58 años y, a dos días de recibir el alta, se le complicó el pulmón derecho y murió en el Hospital Privado. "Es increíble lo que nos pasó. Se fue caminando -de su casa- y a los dos días murió, aún no lo podemos creer. Para nosotros estaba bien, ya faltaban dos días para que recibiera el alta y estábamos tranquilos porque la enfermedad estaba pasando, pero eso no sucedió. Se murió", dijo Lucas Molina, que tiene 25 años y que enterró a su papá hace menos de un mes.

El joven contó que no sabe dónde fue que su papá se contagió de covid-19 y que la mayoría de los días que estuvo enfermo la pasó bien, dentro de los síntomas que tuvo. "Caminaba en la casa, se ponía a barrer y de repente empezó a faltarle el aire. Vinieron a verlo y nos dijeron que estaba complicado de un pulmón. Se lo llevaron, lo entubaron, pero no fue suficiente", comentó Lucas, que abrió los ojos grandes cuando desde este medio le dijeron que San Juan llegó a los mil muertos por el virus. "Mil muertos es una barbaridad. En mi familia, antes pensábamos que acá no iba a pasar nada y ahora hay tantos fallecidos que no lo puedo creer. Sobre todo al pensar que mi papá esté en esa estadística. La gente tiene que tener más cuidado, porque no se sabe cuándo te toca", agregó el joven.

  • "Quedamos destruidos tras estas muertes"

 

Sigue trabajando para soportar el tiempo y el dolor que siente. Dice que se indigna cuando atiende a sus clientes y no llevan barbijo, y que aún no entiende cómo es que la pandemia se llevó un millar de sanjuaninos. Carlos Tejada perdió a su esposa hace un mes y 20 días. "Mi esposa se llamaba Rosa Ontiveros, tenía 66 años y era diabética. Cuando nos contagiamos caímos todos, hasta mis hijos, pero ella estaba bien y de un día para otro se complicó", dijo Carlos, al comenzar a contar su dura historia.

Repitiendo a cada rato que "la gente debe tomar conciencia porque este virus es peligroso", dijo que su esposa falleció a las 30 horas de ser internada, luego de haber pasado varios días "bien" y "caminando como si estuviera sana". "Todo pasó muy rápido y ella no pudo salir", comentó el hombre que tiene un almacén en su casa.

Sobre el índice de muertes Carlos dijo que se sorprendió cuando se enteró de la noticia y resaltó que la gente debe vacunarse, además de cuidarse. "Ahora casi todos tenemos acceso a la vacuna y tenemos que hacerlo. Vemos a diario que hay gente que no le da importancia ni a las vacunas ni a los cuidados. Que estemos en los mil muertos nos pone en alerta, porque además creo que aún falta mucho de esta pandemia. Quedamos destruidos tras estas muertes y no sabemos quiénes pueden sufrirlas", concluyó y dijo que su señora tenía una dosis de la Sputnik V.

  • "Tengo miedo hasta de salir a barrer la vereda"

 

Tras presentarse y al nombrar a su esposo, Blanca Vargas no pudo evitar emocionarse. Y no es para menos, relató cómo su esposo murió de covid-19 a los pocos días de que fuera internado por otra enfermedad.

Blanca cumplió ayer 83 años y dijo que vivió por primera vez en muchos años un cumple sin Manuel, su esposo que murió a los 86 años. Don Guzmán, como le llamaba la mayoría de las personas de la Villa San Isidro, en Chimbas, murió en mayo pasado. Su esposa comentó que fue internado para que lo operaran de los intestinos, pero que a los 4 días de que se lo llevaran les informaron que tenía covid-19. "Nos cuidábamos mucho, mi hija es enfermera y entraba a casa por el patio, se sacaba la ropa, se bañaba y recién ahí nos veía. Ahora tengo miedo hasta de salir a barrer la vereda", dijo y comentó que su esposo murió a los 12 días de que lo internaran.

Señalando una mesa que tiene en la entrada de su casa con un rociador con alcohol, dijo que ambos se vacunaron. "A pesar de que muchas veces uno piensa para qué nos cuidamos tanto, si igual nos tocó perder a alguien, seguimos haciéndolo. Vemos que muchas familias quedan rotas por este virus. San Juan tiene mil muertes y eso es muy duro, parece un número chico, pero no lo es", concluyó secándose las lágrimas y mostrando la tarjeta que le hicieron a su esposo cuando cumplió un mes de fallecido.