1 Contundencia. San Martín edificó la victoria a partir de su capacidad para terminar en gol cada ataque que insinuó en el juego. Con eso, fue suficiente.

2 Desorden. Para Del Bono, el gran rival terminó siendo el descontrol en el que entró cada vez que le convirtieron. Eso fue vital para condicionarlo en el partido.

3 Esperanza. Apenas 10 minutos, los últimos del primer tiempo, mostraron lo que Del Bono debió hacer para poder al menos empatar el partido. Eso no le alcanzó.