1- A pesar de los buenos balances de las empresas y de los bancos, las inversiones de peso no aparecieron y tampoco el crédito disponible para empresas. Hubo liquidación masiva de moneda doméstica.

2- También se registró una masiva adquisición de papeles en moneda extranjera. Así, la caída de las acciones superó durante el año 30 por ciento y la de los bonos en pesos más de 50 por ciento.

3- La fuga de capitales se estima que superó los 20.000 millones de dólares, pese a la recuperación de las últimas dos semanas, mientras el riesgo-país ronda los 1.000 puntos básicos.