Cenizas. Los sectores donde había totoras y carrizos fueron los más afectados. Quedaron algunos palos de pie, pero totalmente quemados. 

El olor a quemado se puede percibir mucho antes de llegar a la zona más afectada. Y ver los humedales y parte de la arboleda reducidos a cenizas impacta mucho más. Es que en ellos se puede advertir a simple vista el daño que provocó el fuego la tarde y noche del miércoles, durante el viento Zonda, en el Parque Sarmiento. Según Cristian Piedrahita, encargado del parque, se quemaron unas 510 hectáreas de esa reserva, es decir, dos tercios del total, y calculan que en un año recién se comenzará a recuperar la parte más afectada. Este incendio generó además que algunos vecinos del lugar perdieran animales y hubo uno que hasta se quedó sin casa.

Arduo trabajo. Los bomberos de la Policía y los voluntarios de varios departamentos trabajaron sin parar para extinguir el fuego. 

El Parque Sarmiento es un área protegida y está ubicada en el ingreso a Zonda. Dentro del área se encuentra el Estero del Zonda, un sistema de lagunas que se considera el segundo en importancia dentro de San Juan y que se origina a partir de aguas subterráneas. El humedal presenta sectores que siempre permanecen sumergidos y otros que pueden o no estar descubiertos en función de las fluctuaciones de las aguas y las napas freáticas que los alimentan. Esta situación permite el desarrollo de distintos ambientes: monte, humedal y las zonas de transición entre ambos. Actualmente, esta zona estaba totalmente afectada por la sequía y eso fue parte del combo que llevó a que el fuego se esparciera rápidamente y afectara a tantas hectáreas.

Impresionante. El fuego inició al Oeste de calle Las Moras y atravesó esta importante arteria dejando a Zonda dividido en dos. 

El incendio del 1 de julio quemó 40 hectáreas, y esta vez se sumaron otras 510, según datos oficiales. Piedrahita comentó que el fuego comenzó en unos descampados que están ubicados al oeste del Parque, pero las llamas cruzaron la calle Las Moras y comenzaron a afectar esta reserva. "Veíamos que el fuego aparecía por todos los rincones y hacía que los bomberos no pudieran contenerlo. Vimos imágenes de películas. Los transformadores que hay en el parque explotaban y hacían chispazos azules. El fuego se reflejaba en las montañas. Era una locura lo que se vivió. Todo era desfavorable, porque el viento Zonda llegó con más fuerza cuando comenzó el fuego, la sequía que tenemos es impresionante y teníamos mucha vegetación acumulada. Todo esto favoreció al incendio", dijo el funcionario y comentó que tras ambos incendios comenzarán a trabajar en un plan de contención del fuego.

Por una parte, comentó que la zona más afectada es la de los humedales, donde hay totoras y carrizales. "La vegetación de totoras y carrizos se podría recuperar en un año. Dependerá mucho de la fluctuación de las napas freáticas y de las lluvias. Quizás no recuperemos la altura que tenían, pero se va a empezar a ver que está reverdeciendo", dijo y comentó que si bien se vieron afectados algunos sauces, las llamas no llegaron a la zona donde hay especies nativas de árboles. "Si esos árboles se hubieran quemado nos hubiera llevado mucho más tiempo recuperarlos", agregó y mostró cómo hasta ayer al mediodía había zonas en las que el humo aún indicaba que el fuego no estaba extinto al 100%.

DE CARA AL FUTURO

Piedrahita comentó que desde 2012 el Parque Sarmiento no era víctima de un incendio y que ahora, en menos de una semana, ya pasó por dos. Según él, son históricos porque dañaron gran parte de esta reserva y no se recuerda otro incendio de semejantes dimensiones. Es por esto, y para evitar que el lugar vuelva a ser víctima de un siniestro como este, que propondrá crear un plan de manejo del fuego.

"Nos hace falta un buen plan. Estos callejones internos -huellas por las que se puede circular en vehículo y por donde hacen los circuitos guiados-, que son de Hidráulica, funcionan como cortafuego. Entonces tendremos que hacer más. Es que, si por ejemplo tenemos un sector de 40 hectáreas, podemos dividirlo y hacerle trazas para que se pueda limitar el fuego con estos callejones o huellas. No necesitaríamos mucho, estos callejones se pueden hacer con máquinas, limpiando el terreno", dijo el funcionario y comentó que también será necesario reforzar a los Bomberos Voluntarios de Zonda, que tienen un grupo nuevo pero carecen de herramientas.

"Son los bomberos que tenemos más cerca y pueden hacer poco. También deberíamos tener, en el parque, indumentaria para combatir el fuego y mochilas con las que podamos hacer frente a las llamas hasta que lleguen a la zona los bomberos. La demora de minutos es crucial en estos incendios", agregó y dijo que estas ideas deberán ser analizadas para que el lugar tenga un plan de acción, para evitar nuevos siniestros.

"De cara al futuro nos queda mucho por hacer. Lo más inmediato es recorrer todo el parque. Hay sectores en los que aún hay posibilidad de que el fuego vuelva y recién en unos días podremos asegurar que ya no hay peligro de nada", agregó Piedrahita y explicó que el fuego no afectó a la fauna del lugar, pues la mayoría son aves.

Bombero, grave

Un bombero voluntario de Pocito resultó herido tras caer de una movilidad cuando se dirigía a un incendio. El hombre estaba ayer grave, en Terapia.

En Pocito

En Carpintería, Pocito, un hombre perdió su casa y todas sus pertenencias por un incendio que se originó durante el viento Zonda. 

Caballos

En el Parque Sarmiento había caballos de vecinos, porque los llevan al lugar a alimentarse. Unos 11 animales murieron en el incendio. 

> Se quedó sin casa y también sin fuente laboral

 

Mirando lo que el fuego dejó, Oscar Ábrego no podía dejar de asombrarse. Es que la llamas le llevaron parte de su vida y hasta su fuente laboral. No sólo perdió todo de su vivienda precaria, sino que hasta se le quemaron unas 200 cajas en las que tenía colmenas, pues vendía miel. "No me quedó nada. Mis vecinos me dicen que vuelva a empezar, pero no me van a alcanzar los años para seguir con la apicultura. No sé de qué voy a vivir", dijo con los ojos llenos de lágrimas y comentó que tiene 62 años y que apenas logró recuperar una sola caja con abejas, pero que estaba rota.

Viendo si la estructura de hierro de unas sillas podía ser arreglada, el hombre comentó que el fuego comenzó cerca de su casa (Ábrego es casero de una finca) pero que no pudo hacer nada para tratar de controlarlo. "En la piecita donde vivía no me quedó nada, ni el techo se salvó. Fueron minutos y lo único que me quedó por hacer fue irme, porque no podía salvar nada de las llamas", dijo el hombre que vive al oeste de calle Las Moras, justo frente al Parque Sarmiento. Algunos vecinos de la zona también sufrieron daños en sus viviendas, pero no tanto como Oscar.