"Nació sano y sin problemas, pero no me olvido más que dejamos esa clínica con el bebé amputado en sus dedos. Hasta ahora nadie se hizo cargo y seguimos sin saber quién le hizo tanto daño a mi nieto apenas nació.

Seguimos reclamando justicia", dijo Daniel Guevara, abuelo de Liam. Fue el 20 de marzo de 2015 que el bebé nació en la Clínica Mayor y esa mismo día, en Neonatología, lo quemaron con un secador de pelo que utilizaban para calentar una incubadora que no funcionaba correctamente. Aunque una jueza ya determinó que esas lesiones fueron provocadas dentro la maternidad privada y por una acción negligente e imperita que derivó en la amputación de las falanges de una de las manos del bebé, aún no saben cuál de las enfermeras le generó semejante dolor y lo dejó con cierta discapacidad para el resto de su vida. Es que en el juicio absolvieron a la única imputada por el beneficio de la duda, ya que esta mujer acusó a otra enfermera. 


Mientras tanto, Liam aprendió a caminar antes de los 18 meses, es el mañoso de la familia y ahora andan detrás de él todo el tiempo: como toda criatura de dos años atraviesa una etapa de travesuras. Su cumpleaños es hoy, pero en realidad la fiesta la van a realizar el sábado en su casa de 9 de Julio. 


Su mamá, Florencia, al momento de dar a luz tenía 17 años. Hoy ya es mayor de edad y empezó a estudiar Gastronomía. Nunca dejó de llevar a Liam a las sesiones diarias de kinesioterapia, en largos viajes en micro hasta el Marcial Quiroga. Fueron tiempos difíciles y de exigente constancia, pero la peor fase ya pasó y ahora el bebé sólo asiste a una sesión por mes. Esta rehabilitación durará, al menos, tres años más. 


"Pasaron dos años y hay muchas heridas que fuimos cerrando pero yo pienso que fue tiempo suficiente para saber quién quemó a Liam. Lo del juicio fue un golpe duro, pero quiero pensar que va a haber justicia, que esto no va a quedar impune", confesó Daniel. 


El 20 de marzo de 2015, Florencia se convirtió en mamá de Liam, un bebé que no tuvo problemas físicos y que fue derivado a Neonatología para observación. Sin embargo, las horas pasaron y ni su mamá ni sus abuelos podían ver a la criatura. Finalmente, tras varios reclamos, lograron que se los entregaran y ahí descubrieron que una de sus manos estaba vendada. Cuando preguntaron, les dijeron que sólo eran unas ampollas. Sin embargo, esas lesiones eran quemaduras del tipo A y B (esta última más grave), producto de haber tomado contacto directo con un secador de pelo que usaron para calentar la incubadora, según quedó acreditado en el juicio. De acuerdo a la Justicia, hubo una especie de pacto de silencio entre las enfermeras, médicos y dueños de la Clínica Mayor para ocultar lo que sucedió, pero las lesiones eran tan graves que al bebé recién nacido tuvieron que amputarle parte de sus dedos. Así, esa clínica de Concepción le dio la bienvenida al mundo a Liam. 

El regalón. Liam cambió la rutina en la casa de sus abuelos, donde vive junto a su mamá. Y es uno de los regalones de Daniel.  


En lo penal 
 
En noviembre, el Cuarto Juzgado Correccional determinó que a Liam lo quemaron con un secador de pelo mientras estaba en la incubadora y fue tal la exposición al calor, que debieron amputarle parte de sus dedos. Sin embargo, la única imputada, la enfermera Graciela Espíndola, fue absuelta por el beneficio de la duda. Es que no pudieron determinar que ella fue quien quemó a la criatura pues durante el juicio acusó a otra enfermera, Marisa Garay. Entonces, las actuaciones fueron remitidas otra vez al Quinto Juzgado de Instrucción, por lo que la causa sigue abierta. 
 
En lo civil 
 
El fallo en lo penal, si bien no encontró por ahora a un responsable, sí le abrió la posibilidad a la familia Guevara de demandar civilmente a la Clínica Mayor y sus dueños. Esto porque durante el juicio quedó establecido que la incubadora funcionaba defectuosamente y que por eso fue calentada con un secador de pelo. Este elemento dentro de Neonatología nunca fue encontrado, pero determinaron que era habitual que lo utilizaran en el lugar. Los abogados de la familia anunciaron que hoy presentarán la demanda civil, que rondará los 2 a 3 millones de pesos.