"La instrucción primaria es la base en que deben cimentarse la mejora de las costumbres y todo progreso intelectual, sólido y verdadero; aquella instrucción no puede llenar tan importante objeto sin que sea comunicada por maestros idóneos y conocida moralidad, y mediante métodos fáciles, claros y uniformes, que ahorrando tiempo y dificultades, la hagan extensiva a todas las clases de la sociedad, sin un establecimiento central en que se formen los preceptores, se estudien y aprendan los métodos y se preparen y practiquen las reformas necesarias para la mejora de la enseñanza, no es posible por ahora llegar a aquel término".