Una reja azul que todavía tiene los barrotes torcidos por la fuerza que ejercieron los militares cuando ingresaron a la fuerza hace casi 40 años. La palmera que sigue creciendo tiene un puñado de vehículos estacionados alrededor. Esto es lo que queda en el predio que funcionó la Escuela Normal Núñez. El antiguo edificio se deterioró tanto con el terremoto de 1985, que tuvo que ser derribado. A metros de ese lugar, pasa el subterráneo que atraviesa el corazón de Santiago. El predio está colmado de jóvenes que estudian en la Universidad de Santiago.