Dicen que los cuajó el fútbol de Ullum con los colores de la Villa Ibáñez. Dicen, que juntos se cansaron de ganar torneos de baby y después de más grandes. Y... dicen que juntos Mariano Nuñez y Alfredo Molina decidieron probar suerte en el fútbol de San Juan. Siempre juntos. Siempre comulgando una forma de sentir el fútbol y respetando esa filosofía que camina por la sencillez y la belleza juntas. Ayer, como recordando aquellos viejos tiempos, el "Peti" y el "Luto" decidieron hacer de las suyas lejos de su Ullum natal. Se les antojó Santa Lucía y ahí mostraron que juegan de memoria, que se buscan sin mirarse.

Mariano Nuñez empezó como centrodelantero retrasado. Como le gusta y siempre lo confesó. Con terreno a favor para desequilibrar en la gambeta y con el panorama ideal para buscar socios. Se le acercó mucho Alfredo Molina, adelantándose más de lo habitual de su posición de enganche y obligando al retroceso de su marcador personal, Nino Morales. Se conectaron poco en el primer tiempo. Apenas un par de veces. Hasta que en el filo del primer tiempo dieron señales de su gran conexión: Molina armó el tiro libre, sorprendió encontrando a su socio solito en el área, Nuñez definió y en el rebote, Castro marcó el segundo gol bodeguero. De pizarrón.

Pero lo mejor estaba por venir y fueron los segundos 45 minutos de partido. Nuñez se recostó a la derecha, allá también fue Molina y de su toqueteo, Del Bono encontró opciones de gol. El más beneficiado fue Silvio Prieto que recibió asistencias deliciosas pero no pudo con Coronel. Mientras, los viejos socios, esos que se vienen juntos a entrenar desde Ullum en el mismo auto, se divirtieron de lo lindo. Total, si para Nuñez y Molina, al fútbol se juega.