‘No he encontrado palabras en estos 35 años que han pasado para transmitir el horror que sentí mientras estuve detenida‘.

‘Después de la tortura quería bañarme, pero no me dejaron. Sentía el olor de los cobardes que me habían torturado y manoseado‘.

‘Sentía temor por la posibilidad de que mataran, pero en ese momento hubiera sido una liberación por el momento que me tocaba vivir‘.