La autopsia al cadáver de Ramón Aramayo determinó ayer que este hincha de San Lorenzo murió a raíz de un edema y una hemorragia pulmonar y cerebral, y que presentaba algunas lesiones producto de golpes que, en principio, no fueron mortales, informaron fuentes judiciales. Sin embargo, los peritos forenses realizarán una serie de análisis complementarios histopatológicos y toxicológicos para determinar la causa de la muerte.

Las fuentes judiciales informaron a Télam que el cadáver de Aramayo (36) presenta lesiones en las mejillas, rodillas y codos, como así también en la región dorsal que, se creen, pudieron haber sido producidas durante el forcejeo con los policías que lo detuvieron en el cacheo previo al ingreso al estadio.

De todas formas, los pesquisas señalaron, en base al resultado de la autopsia, que las lesiones "no tienen idoneidad para provocar la muerte, pero si el occiso tenía alguna patología previa, pudo haber acelerado el deceso".

Ante esta situación, los médicos determinaron que Aramayo presentaba el corazón aumentado de tamaño y se sospecha que la situación de estrés pudo haber ayudado a desencadenar su cuadro. Pero para determinar si se trató de una muerte natural, los peritos ordenaron realizar nuevos estudios, cuyos resultados demorará algunos días.

Por su parte, Fernando Burlando, abogado de Mabel Flores, la viuda de Aramayo, dijo a Télam que pretenden "llegar hasta las últimas consecuencias" para esclarecer el hecho. "Trabajaremos con seriedad y responsabilidad, haciendo pagar por esta muerte innecesaria a quienes hayan sido sus responsables", explicó el letrado.

En tanto, tres policías de la comisaría 44ta. fueron pasados a disponibilidad preventiva a raíz de su participación en el cacheo previo a la muerte de Aramayo. Aunque dos fuentes de la Policía Federal y una del Ministerio de Seguridad de la Nación consultadas por Télam no descartaron que en las próximas horas sean más los efectivos de la fuerza que dejen sus cargos preventivamente.

En tanto, el fiscal de la causa, Patricio Lugones, separó a la Policía Federal de la investigación y pidió la colaboración de Gendarmería Nacional.