Un grupo de argentinos está de un lado de la vereda y la otra fracción en la parte de enfrente. Unos creen que lo que pasó con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue algo armado y otros están seguros de que fue un intento de asesinato. Y cada uno está convencido de que tiene la razón y que el otro está totalmente errado. Es que, cada uno, desde su ideología, tiene una opinión formada y sobre todo arraigada de la realidad que atraviesa al país. En medio de esta grieta, quedan envueltas muchas personas, divididas por posiciones que cada vez están más separadas; y se preguntan ¿cómo se sale de este odio que envuelve a la sociedad? En este contexto, DIARIO DE CUYO habló con sanjuaninos que son referentes de distintos ámbitos o personas que desarrollan sus actividades en la provincia, para que den su opinión de la situación real que vive el país, más allá de la mirada política. Se consultó a Guillermo Genini, historiador; María García, presidenta de Fundame; Ricardo Dillon, DT de Sportivo Desamparados, Alejandro Segovia, músico y actor; Gustavo Larrazábal, obispo Auxiliar de la Iglesia Católica, Leonardo Siere, presidente de la Sociedad Israelita y Fernando Nieto, vicepresidente del departamento Joven de la Unión Industrial San Juan. Todos coincidieron en que para llegar a la calma, para frenar los enfrentamientos sociales y para tratar de crecer como país, hace falta que los líderes políticos empiecen a mostrar señales de que están dispuestos a hacer lo mismo.

Odio es una de las palabras que más se repite en las últimas semanas. Y es justamente ese odio, el que quedó en evidencia luego del ataque a CFK. Insultos, memes agresivos, un gran descreimiento de los hechos y hasta discursos oficiales cargados de ideología fueron algunas de las señales más claras de que el país se dividió aún más. Al respecto, las 7 personas consultadas no pararon de repetir que es "muy triste"y "desolador" lo que le pasa a los argentinos.

Algunos dijeron que están esperanzados de que el trato entre las personas que están paradas en veredas opuestas mejore, y otros comentaron que desde su perspectiva ven muy difícil que eso se pueda alcanzar. Sin embargo, todos aseguraron que están dispuestos a colaborar desde su lugar para que las generaciones que vienen puedan crecer con un poco más de paz y tolerancia.

"Necesitamos volver a los valores, ayudar al prójimo y ser solidarios. De esta manera, conociendo la realidad de las demás personas podremos bajar un poco los niveles de violencia que hay entre los argentinos", dijo María García, de Fundame, la fundación que ayuda a chicos con cáncer o hemofilia y agregó: "Quienes nos conducen no tienen objetivos claros y no hablo sólo de los que están hoy en el poder. Ellos tienen que dar muestras de unidad".

En el mismo sentido, los demás consultados resaltaron que el papel de los líderes políticos es fundamental para tratar de que "el pueblo" respete las opiniones. "El compromiso para terminar con esto, tendría que arrancar de los líderes políticos", agregó Alejandro Segovia. Mientras que García, Dillon, Siere y Larrazábal dijeron además que las instituciones que forman parte del Estado también deben dar señales claras, para que la sociedad recupere la credibilidad en ellas. Es que si no, se cae en la discusión diaria de pensar, por ejemplo, que la Justicia trabaja o no de manera transparente.

"Hay que parar la escalada de resentimiento y sobre todo encontrar un punto de encuentro. Es necesario dejar que las instituciones trabajen independientemente", agregó Dillon.

El futuro y la grieta que aumenta a pasos agigantados es algo que lleva a que los sanjuaninos se pregunten ¿hay solución para esta crisis social? "Realmente creo que la situación es muy grave, por lo que significa la escalada de violencia que hay en el país. Como sociedad lo que tenemos que buscar son espacios de diálogo. Espacios que se perdieron y los dirigentes son principalmente responsables de esa pérdida. Estoy convencido de que es imposible que salgamos de la crisis. Si no hay un acuerdo nacional, si no nos ponemos de acuerdo en puntos fundamentales que indiquen por dónde hay que caminar, será muy complicado. En la crisis de 2001 se abrió la Mesa del Dialogo Argentino donde estuvieron representados todos los sectores, quizás tengamos que volver a eso. Es necesario que tengamos unidad, no uniformidad", dijo Larrazábal y agregó que si no se busca consensuar "vamos a estar cada vez más perdidos en esta crisis".

Todos los consultados dijeron que hace falta que los líderes políticos muestren conducciones respetuosas.

En el mismo sentido, y salvando las distancias, Siere recordó cuando el gobernador Sergio Uñac llamó a los distintos sectores sanjuaninos para el Acuerdo San Juan. "Los discursos de quienes nos representan no nos llevan al encuentro. Hay que convocar a los sectores sociales y políticos; y pensar como comunidad. Ver cómo estamos y hacia dónde vamos, porque todos somos protagonistas y no simples espectadores", agregó el representante de la Sociedad Israelita. Mientras que Fernando Nieto habló de la necesidad de diálogo que hay en el país. "No hay capacidad de poder dialogar. Se cree que lo que uno piensa está bien y ni siquiera se toman el tiempo de escuchar al otro. Seguimos mirando el pasado en vez del presente y el futuro. Es tiempo de que cada uno empiece a dialogar, pero sin tener presente los intereses personales. Es necesario que hablemos de todo, de derechos humanos, pero sin banderas y hasta de cómo crear trabajos genuinos. Todo eso nos hará crecer como sociedad", dijo el más joven de todos los consultados por este medio.

Otra de las preguntas que debieron responder las personas consultadas fue: ¿Cómo se les enseña a las nuevas generaciones a que tengan un espíritu antiodio? Es decir, de respeto y tolerancia. La mayoría contestó que "predicando con el ejemplo". Y si bien puede sonar utópico, muchos aseguraron que aunque sea difícil, los padres deben dejar de tener discursos cargados de odio delante de los niños, y tienen que enseñar que por más que alguien piense diferente, debe ser respetado. "Hay que enseñar qué significa la palabra respeto y no dar rienda suelta a la violencia. Los docentes y los padres tienen que ser claros y enseñarles que no repitan cada discurso por el sólo hecho de repetirlo, que aprendan, que investiguen y recién formen su opinión", explicó Genini.

"Con educación se entiende que todos somos iguales, a pesar de ser diversos. Hay que entender que si escucho al que piensa diferente esa opinión me puede sumar para la vida y no necesariamente me resta", agregó Siere, mientras que desde la parte católica, Larrazábal dijo: "Hay que respetar al que opina distinto y eso se tiene que enseñar desde la casa y en las escuelas. Dar el ejemplo no es poca cosa. Esta situación de virulencia con quien se considera el enemigo no nos ayuda a caminar juntos".

PROTAGONISTAS

MARÍA GARCÍA - Presidenta de Fundame

"Los valores son importantísimos y no los vemos en quienes nos conducen. Si los jóvenes no ven que la política se conduce de manera seria y respetando a los demás, no podemos pedir que no haya violencia en la casa, en las escuelas o donde sea. Hay que volver a las bases, a los orígenes, que nos llevaban por un buen camino".

LEONARDO SIERE - Sociedad Israelita

"La división que hay en el país la vemos hasta en la interpretación de la tentativa de homicidio de Cristina. Hay una situación muy triste y una percepción negativa de las instituciones. Es necesario apuntar a buscar un acuerdo. Las palabras tienen que unirnos y no separarnos, y hay que percibir que entre todos se sale de esta situación".

GUSTAVO LARRAZÁBAL - Obispo Auxiliar

"Hay una escalada de violencia que divide fuertemente a los argentinos. Hay una violencia, sobre todo verbal, que hace que se llegue a situaciones graves como lo que pasó con Cristina Fernández de Kirchner. Se atenta contra las instituciones y eso habla de un país descompasado. Como sociedad también somos responsables de eso".

GUSTAVO GENINI -Historiador

"En un Estado democrático debemos apelar a todas las herramientas que tenemos para ponerle fin a la violencia. Una de esas herramientas es el diálogo. Pero si la dirigencia no dialoga entre sí, ni siquiera dentro de la misma fuerza política, ya sean de la oposición o del oficialismo, no se puede pedir, ni mucho menos llegar a la calma social".

RICARDO DILLON -DT de Desamparados

"Creo que la única forma de salir de esta situación es estar un poco más unidos. Necesitamos que la gente se informe y que ante una opinión enfrentada busquemos el camino del diálogo. Es una regla básica de convivencia. A veces cuesta llegar a puntos de encuentro y es necesario que se busquen. Y, si no se encuentran, que se respete al otro".

ALEJANDO SEGOVIA - Músico y actor

"La desigualdad, la injusticia, los atropellos, la impunidad son el abono que genera el odio, de un lado y del otro. Tenemos que hacernos cargo de que el odio no es patrimonio de ningún sector, está en toda la sociedad. Basta con ver cómo se habla de lo que pasó con Cristina o con Nisman, por nombrar a algunos, para ver el odio".

FERNANDO NIETO Unión Industrial

"Odio es una palabra que forma parte del día a día de los argentinos. Todas las charlas están llenas de agresiones y con discursos prearmados, por el sólo hecho de atacar o defender una postura. Soy optimista y creo que en algún momento se va a cambiar. El camino para buscar una solución no es responder con más violencia".