Es común ver parados colectivos en las inmediaciones o en la misma rotonda de avenida Libertador 100 metros al Oeste de Rastreador Calívar, en Rivadavia (frente a la Guardia del Hospital Marcial Quiroga), porque allí hay un viejo onmnibus adaptado con un baño que le permite a los choferes hacer sus necesidades. Este viernes en la mañana en ese lugar hubo un escándalo que terminó con un profesional del volante en los calabozos de la Comisaría 13ra.

En ese sitio está prohibido estacionarse por la cercanía a la rotonda y el ingreso de ambulancias, pero sí tienen un paradero a unos 100 metros en una calle paralela a Libertador, pero donde no hay sanitarios.

En rigor, un chofer de la empresa Mayo, identificado como Rodolfo Luján (30), llegó alrededor de las 10:30 con la necesidad de ir rápido al baño, comentó uno de sus compañeros. Para ello dejó su colectivo en un lugar prohibido. Según dijo a DIARIO DE CUYO la comisario Marisa Bustos, un agente de esa Seccional le advirtió al hombre que no podía estacionar donde lo hizo y ahí comenzó el conflicto.

"El chofer empezó a insultarlo, le dijo todo tipo de improperios. A él no se lo detiene por estacionar mal sino por el destrato que tuvo con el policía", dijo Bustos.

Sus compañeros de trabajo (amparados bajo el gremio UTA), indignados por la situación decidieron cortar la avenida Libertador pidiendo la liberación de Luján. Ellos plantearon que se trataba de una "cuestión urgente", pero que el reclamo de fondo pasa por disponer de un lugar con baño que les permita estacionar sus vehículos.

Luego de las actuaciones de rigor (se le labró un acta contravencional), Luján fue liberado y se levantó el corte de la avenida.