Un futbolista comenzó a realizar tareas comunitarias en la escuela municipal de fútbol de Zonda, como parte de la condena que emitió la titular el Juzgado de Paz Letrado de Ullum, Beatriz Gallo, por haber agredido el año pasado a un árbitro durante un partido correspondiente a la Liga Ullum-Zonda.

La causa comenzó el 3 de junio del 2018, cuando Daniel Aravena, jugador de la división Senior del Club Atlético El Juve, insultó y le propinó una trompada al árbitro Ramón Moyano.

El último 18 de febrero, la sentencia de Gallo ordenó al futbolista a pagar una multa equivalente a los 5.000 pesos y a realizar trabajos de utilidad pública durante cuatro meses, en la Escuela de Fútbol dependiente de la Municipalidad de Zonda, los días miércoles y viernes, de 18 a 20.30. Debido a que no hubo apelación al fallo, desde el 10 de mayo comenzó el plazo de ejecución de la tarea comunitaria. 

Y en caso que no cumpla con los cuatro meses estipulados, sin causa justificada, Gallo dejó constancia también que se le imponga arresto a razón de un día por cada día de trabajo no cumplido. Para eso, el contraventor deberá presentar constancia de asistencia mensual ante el Juzgado.

La jueza afirmó que trata "siempre de evaluar qué hacer para que realmente la contravención no quede en una multa. Que además sea una medida ejemplificadora por distintos motivos". Argumentó que en Ullum la familia acude a los espectáculos de fútbol, por lo que aplicó una medida ejemplificadora y que también sea reflexiva para el propio jugador. "Siendo un jugador de categoría Senior, me pareció importante que esto podría traer un doble beneficio. Los niños que lo pudieran ver a él como una figura a seguir, mientras el jugador recapacitara sobre lo que puede significar todo el contexto".

Como el domicilio del contraventor estaba fijado en Zonda, Gallo agregó que se puso en contacto con el director del área de Deportes de la Municipalidad de Zonda, Sacha Da Silva, quien "estuvo de acuerdo y ya empezó a asistir (Aravena) y a ayudar en la escuela de fútbol".

Gallo también consideró como antecedente la sanción por el Tribunal de Disciplina de dicha Liga, en fecha 11 de junio de 2018, con inhabilitación de veinticinco meses, mas una multa equivalente a los 2.000 pesos, por infracción al Art. 183 del Reglamento de Penas y Transgresiones de la AFA.

En su fallo, la jueza indicó: "Es importante destacar en el caso que nos ocupa que Aravena incurrió en la contravención en el momento en que se disputaba un espectáculo deportivo, al que asiste todo tipo de público entre ellos familias y niños; actitudes violentas de este tipo llevan a desvirtuar lo que el deporte debe significar para la sociedad toda".

Hechos que se reiteran

Cada tanto, las crónicas deportivas vinculadas al fútbol se mezclan con relatos de hechos de violencia, y dentro está el subgrupo de árbitros agredidos.

El último que tuvo repercusión nacional de un hecho acontecido en al provincia fue el de Rosana Paz, quien se desempeñaba como juez de línea en el partido que disputaban el último 23 de marzo Marquesado y San Martín en Rivadavia, por la Liga Sanjuanina. A Paz le tiraron agua hirviendo, lo que le provocó heridas en la espalda. Lo curioso es que faltaban 2 minutos, ganaba Marquesado y fue desde un sector de su parcialidad que se originó la agresión a un árbitro.

Una medida que llamó la atención ocurrió en Calingasta. La jueza Roxana Espín prohibió el año pasado el ingreso a todas las canchas de fútbol de aquel departamento durante 3 meses a dos hinchas por haber realizado desmanes el 2 de septiembre de 2017, en la cancha del club Horizontes Juveniles, ubicada en Alto Calingasta. Ese mismo año y en el mismo escenario, dos jugadores agredieron a un árbitro.