Un fenómeno que se ha profundizado en las últimas dos semanas es el faltante de primeras marcas de productos como harina, aceite, leche, azúcar y fideos. Y se debe, según fuentes del sector supermercadista, a que los principales fabricantes de alimentos, para eludir la lista del plan oficial de Precios Máximos, con costos muy por encima de los que el Gobierno nacional permitió aumentar, han recurrido a enviar segundas marcas, que están por afuera del acuerdo y con valores ajustados. En la práctica no están los artículos de primera línea, pero no se trata de desabastecimiento porque hay sustitutos.

En la Dirección de Defensa al Consumidor reconocieron el fenómeno y por eso han intensificado los controles para que se cumpla con la reglamentación vigente. "Hemos detectado faltantes de primeras marcas en productos como harina, aceite, leche, azúcar y fideos", dijo el subdirector de Defensa al Consumidor, Daniel Pérez. El funcionario aclaró que cuando un producto no se encuentra en la góndola, el encargado del local debe justificar el faltante para no ser sancionado (ver aparte).

El Gobierno nacional puso en marcha el plan oficial de Precios Máximos en marzo de este año, para evitar un descontrol en los precios, cuando explotó la pandemia. Pero después sólo autorizó dos aumentos de aproximadamente 10% acumulado desde entonces. Fuentes de distintas cámaras empresarias explicaron que el atraso trepa a entre 20% y 25%, según los distintos rubros. Por eso, algunos fabricantes han optado por otras marcas para eludir la barrera de precios. Entonces, en las góndolas cuesta encontrar las marcas conocidas, pero hay sustitutos. En definitiva, el cliente tiene otras opciones para elegir, aunque a lo mejor no las que estaba acostumbrado a consumir.

El fenómeno se da también acompañado por las subas de precios, que rondan entre el 3% al 5% todos los meses. "Las fábricas informan todos los meses cambios en las listas", reconoció Andrea López, de la Cámara Sanjuanina de Supermercados y Autoservicios.

Sobre los faltantes de productos, Carlos Icazati, de Café América, aclaró que "no podemos hablar de desabastecimiento, pero sí de que faltan algunos productos". Y dijo que parte del problema se debe a que por, los contagios, hay fábricas que están trabajando con personal reducido y otros tienen problemas con los insumos importados, por ejemplo todos los artículos de las líneas de los aerosoles. Sobre los Precios Máximos, el empresario explicó que "las fábricas sacan otra marca. Se trata del mismo producto, pero con otra presentación o a lo mejor otra etiqueta".

Un gerente de una cadena nacional reconoció también el problema y que por eso se recurre a poner otras marcas del mismo producto, para evitar los faltantes.

El fenómeno se da cuando ha recrudecido el reclamo del sector empresario para que los autoricen a ajustar los precios. Y también en el medio de la corrida cambiaria que le pone presión al tipo de cambio.

El Gobierno nacional viene rechazando la posibilidad de un salto en el valor del dólar -en el mercado oficial- con el claro objetivo de evitar un traspaso de esa eventual devaluación a los precios. En simultáneo recibe la presión pública de los fabricantes de alimentos para que se aparte de la estrategia oficial de cuidado de los precios y que habilite aumentos, bajo advertencia de dejar desabastecido el mercado o, incluso, sin trabajo a los empleados de esas fábricas.

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Fenómeno. Las primeras marcas de algunos productos, como en el caso del aceite, han desaparecido de las góndolas de los supermercados y por eso el cliente se encuentra con sustitutos, de otras marcas.
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Temas vinculados

El plan oficial

El Gobierno nacional puso en marcha el programa de Precios Máximos en la primera semana de marzo, cuando explotó la pandemia. Se congelaron los precios de unos 2.300 alimentos, y se han habilitado dos aumentos de aproximadamente 10% acumulado desde entonces.

En las últimas jornadas, las principales fábricas de alimentos del país le mandaron cartas a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, reclamando la finalización del plan oficial. El argumento que se esgrime desde el sector empresario es que los costos de las compañías subieron muy por encima de los aumentos que autoriza el Gobierno.

Pan, carne y remedios

Un relevamiento de este diario de la semana pasada reveló que a pesar de los esfuerzos oficiales por contener la inflación y de que las tarifas de servicios de luz y gas siguen congeladas, los aumentos de precios de elementos de primera necesidad y que forman parte de cualquier presupuesto familiar siguen sin parar. Así, sólo en lo que va del mes de octubre, el pan tuvo un incremento del 10%, la carne del 6,5% y los medicamentos oscilaron en el 7,5%. Y las razones tienen que ver, sobre todo en los dos primeros casos, en el impacto de la suba de las naftas que repercute en los fletes, mientras que la suba del dólar tiene su efecto sobre las drogas de los remedios.

Intensifican los controles desde la Dirección de Defensa al Consumidor

Acción. Los inspectores del área oficial han salido a controlar en particular que no haya faltantes de productos en las góndolas.


Un total de 5 a 7 actas semanales están confeccionando los inspectores de Defensa al Consumidor por faltantes de artículos del plan de Precios Máximos en las góndolas de los supermercados locales. Eso obliga a los propietarios a reponer los faltantes para no ser castigados con multas.

El subdirector del área, Daniel Pérez, que con el acta de constatación, si el supermercadista no la cumple, recién llegará la multa por violación a la ley vigente, en una escala que va desde los 5.000 a los 5 millones de pesos.

La normativa establece que el dueño del local debe tener entre el 80 a 84% de productos del plan de Precios Máximos en las góndolas, para no ser sancionados. Pero no se especifica qué tipo de productos deben ser. Y como en el plan hay unos 2.000 productos son muchas las opciones. En la práctica, por eso faltan los artículos de primera necesidad y que son los más demandados, como aceite, harina, azúcar, leche y fideos.

Luego de la constatación, el dueño del negocio puede hacer el descargo, solucionar la falta y así evita ser castigado.

El funcionario aclaró que, al menos hasta ahora, no han recibido denuncias de los usuarios por los faltantes de mercadería. Será porque, como hay sustitutos, los compradores terminan optando por otras marcas alternativas.

El fenómeno se ha profundizado en las últimas dos semanas, según dicen en la repartición oficial, y por eso los inspectores han intensificado sus tareas de control para evitar abusos y que, en definitiva, se cumpla con la reglamentación vigente, es decir la Ley de Defensa al Consumidor.