Esta vez y a diferencia de otras temporadas, la uva que se destine a la elaboración de mosto será un alivio más que un desperdicio para los industriales. Es que ya pronostican que de base, 150 mil toneladas de mosto se exportarían este año y algunos hasta arriesgan que se puede estirar hasta las 200 mil. Mucho tiene que ver en este repunte, la bajísima producción que existe en los Estados Unidos, principal comprador y a la vez exportador de jugo concentrado de uva.