La provincia de Chubut muestra un panorama económico que no se aleja del promedio de las provincias del Sur del país, con una escasa diversificación de la producción, una dependencia casi absoluta de los recursos transferidos por la Nación y una alta proporción de empleo público. Esas características tienen lugar en un territorio con una de las más bajas densidades poblacionales del país, lo que representa un arma de doble filo: menos habitantes con necesidades básicas insatisfechas, pero ubicados a distancias que imponen mayores gastos en infraestructura. Los datos del último Censo Nacional indican que la provincia cuenta con apenas 2,3 habitantes por kilómetro cuadrado (en la ciudad de Buenos Aires hay 14.500), concentrados mayoritariamente en ciudades de la Costa Atlántica, con la excepción de la cordillerana Esquel.

La Ley de Coparticipación le asigna a Chubut el 1,565% de la distribución secundaria, que en 2010 representaron 1.677 millones de pesos según el análisis de la consultora Economía & Regiones, o 1.792 millones, de acuerdo con lo indicado por la presidenta Cristina Fernández en su reciente visita a Comodoro Rivadavia. En todo caso, los recursos de origen nacional equivalen a 69% del total que manejó la administración de Mario Das Neves el año pasado. Una asignación de coparticipación per cápita de 3.309 pesos anuales, una de las más altas del país, lo que no indica necesariamente que la provincia sea de las más favorecidas.

El principal producto exportable de Chubut es el petróleo. Por la importancia del petróleo en la economía provincial, cobró trascendencia en abril de 2007 la firma de la prórroga de la concesión del área Cerro Dragón, en la cuenca del Golfo San Jorge, dada a la empresa Pan American Energy por otros cuarenta años. El yacimiento es considerado el más productivo del país y Petrominera (del gobierno chubutense) debe recibir 13% de las utilidades, en su condición de socio en la operatoria off shore.

En el plano fiscal, los números parecen ordenados: la Ley de Presupuesto 2011 muestra un superávit financiero de 70,9 millones de pesos, producto de ingresos por 6.556,6 millones y erogaciones por 6.485,7 millones, de las cuales 1.204 millones se prevén destinar a la obra pública.