Dueño de un estilo, hombre de la vieja guardia pero a tono con los tiempos, Marcelo Yacante logró lo que pocos: traspasar la pantalla. Su voz grave, su saber decir, su sonrisa y el respeto marcaron una forma de hacer periodismo. Yacante era un presentador de televisión con todas las letras. Se ganó ese lugar porque la gente lo eligió.
 

No muchos de los que están de este lado de las noticias llegan a captar el interés de la gente. Fue capaz de poner el tono exacto para dar una noticia, sin exacerbar las formas; este hombre de cabellera tupida y pelo entrecano se convirtió en un clásico de los noticieros sanjuaninos por eso su repentina partida impacta entre colegas pero, fundamentalmente, en el público, sus televidentes.
 

Primero fue Canal 8, donde permaneció por años siendo la cara visible de esa pantalla y más cerca en el tiempo Telesol. En ambos casos su presencia era un anzuelo para los espectadores. La noticia tomaba otro valor si salía de la boca de Marcelo Yacante. En ambos lugares fue exitosa su tarea. Para el joven o para el entrado en años, Yacante era el de “tengan ustedes una muy bonita tarde”, una frase que quedó –ahora más que nunca- marcada a fuego.

Su carrera hasta tuvo esa perlita inolvidable cuando fue grabado mientras ocurría un fuerte temblor y, por esas cosas, la forma en que se tomó el sismo hizo que ese video sea viral.

También fue un hombre de radio, y en la tele incursionó en los últimos años con un programa de folclore que reivindicaba lo sanjuanino. En algún momento de su vida le picó el bichito de la política, se metió, no le fue bien y volvió a su gran amor, el periodismo y la locución.
 

Se fue Marcelo Yacante y, como se ve en las redes sociales, su partida conmocionó a propios y extraños. Se lo va a extrañar.