En ningún momento fueron considerados trabajadores esenciales. Saben que quizás falten muchos meses para que puedan volver a su rutina laboral y debido a la crisis económica decidieron virar el timón de sus vidas para subsistir. Hoy, a 6 meses de que la provincia entrara en la primera Fase 1, al igual que el resto del país, 4 sanjuaninos que no pueden trabajar de lo que siempre hicieron cuentan cómo se las rebuscan para mantener a sus familias.

El 20 de marzo pasado marcó un antes y un después en la historia argentina. El país comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus. En este contexto, la vida de muchos sanjuaninos cambió repentinamente. Algunos cerraron sus puertas sólo por unas semanas (ver cronología) y otros hasta el día de hoy no pueden regresar a sus empleos. Es que ni cuando San Juan tuvo un buen estatus sanitario fueron habilitados. En este contexto, sacaron a relucir su creatividad, sus conocimientos y el amor por poder conseguir el sustento por sus propios medios y así se reinventaron. Ellos son Liliana Sánchez, una sanjuanina que tiene un salón de eventos infantiles y desde hace unos meses abrió ahí una churrería; Leandro Araya, que es DJ y por la falta de trabajo comenzó a trabajar en el taller de un amigo; Ramiro Villegas y sus socios, que organizaban eventos y hacían invitaciones y ahora desarrollan app; y Juan Casares, que tiene una agencia de viajes al exterior y la cambió por una panadería. A pesar de que sienten orgullo por tener un plan B, mantienen las esperanzas de que en algún momento sus empleos vuelvan a la normalidad y puedan regresar a sus rutinas. A esas rutinas que muchas veces los hizo renegar, pero que ahora extrañan.

Liliana Sánchez, ahora churrera

Liliana Sánchez tiene un salón de eventos infantiles pero desde hace 5 meses hace churros y donas para subsistir. "Cuando empezamos con la churrería les dijimos a los empleados del salón sobre este proyecto, para no dejarlos sin trabajo", explicó y dijo que a ella no le costó tanto empezar este emprendimiento porque ya tenía las máquinas y había hecho un curso en Buenos Aires. "Cuando hice el curso fue porque pensaba abrir una churrería, pero el salón me ocupaba mucho tiempo y nunca pude. Cuando empezó la cuarentena me metí gracias a que tenía todo. De otro modo hubiera sido imposible", dijo y contó que ella capacitó a sus empleados.

Leandro Araya, directo al taller

Leandro Araya tiene 25 años y desde hace 10 trabaja de DJ. "Comencé muy chico con esto y cuando fui mayor de edad arranqué en los boliches. Antes de la cuarentena ponía música de miércoles a domingo", dijo y contó que por el cierre de boliches comenzó a trabajar con su mejor amigo en un taller en el que hace arreglos de electricidad y colocación de alarmas. "Antes sólo le daba una mano, pero ahora me quedé", agregó y comentó que le ofrecieron poner música en fiestas ilegales, pero no aceptó. "Dije que no porque gracias al taller puedo vivir, pero hay conocidos míos que vendieron sus equipos porque no tienen ni para comer", concluyó.

Juan Casares, nuevo panadero

Con la cuarentena, Juan Casares tuvo que cerrar su agencia de viajes y abrir una panadería en la rotisería que tiene su hermana. "Cuando vi que esto venía para largo anexé una panadería y con mi señora hacemos postres, tortas y tartas. Hacemos de todo, menos pan. Gracias a Dios nos va bien y avanzamos", comentó y dijo que no ve la hora de que el turismo se active para poder volver al ruedo. Sin embargo, agregó que para él recién su agencia funcionará normalmente en vacaciones de invierno del año que viene. "La panadería empezó para salvar gastos de la agencia y ahora es el nuevo trabajo. Nos lanzamos y acá estamos", concluyó.

Ramiro Villegas, visionario de las app

"Teníamos una productora de eventos y hacíamos gestión y control de acceso e invitaciones a fiestas. Cuando se suspendieron estas actividades nos preguntamos cómo seguir", dijo Ramiro Villegas, que trabaja junto Marcelo Agüero y Mariano Montañez. Ellos empezaron entonces a desarrollar una aplicación para que los supermercados, shoppings y locales de venta de ropa, entre otros, puedan llevar un registro de los ingresos. "El 80% de nuestro trabajo era relacionado a los boliches y de repente nos quedamos sin eso. Entonces decidimos usar la tecnología de control de accesos a fiestas para ofrecerla en los comercios", comentó.

Toda la cuarentena

20 de marzo

San Juan entró en la primera etapa de aislamiento social obligatorio y sólo podían salir los esenciales. El 28 se dio a conocer el primer caso positivo de coronavirus: una médica que había estado en Europa, en una capacitación.

6 de abril

Se anunció que además de acondicionar los hospitales y micro hospitales sanjuaninos, pusieron camas en un salón del Parque Industrial de Albardón, en el Autódromo El Villicum y hasta en el estadio Aldo Cantoni, entre otros.

20 de abril

Comenzó a ser obligatorio el uso del tapaboca en la provincia. Días después (11 de mayo) se abrió nuevamente el comercio y ese día el microcentro fue un caos. Sobre todo por el vallado en la peatonal, que luego fue retirado.

18 de mayo

Una médica, hermana del tercer infectado, dio positivo. La mujer está siendo investigada por cómo lo asistió en el hospital. Días después salió a la luz que contagió a otro médico, que luchó por su vida durante varias semanas.

27 de mayo

Habilitaron las primeras actividades deportivas al aire libre. Días después volvieron las celebraciones religiosas y algunas actividades culturales. Desde junio hubo locales gastronómicos y reuniones familiares y sociales.

1 de julio

Volvió el turismo interno, sin embargo la gran explosión de viajeros fue durante el fin de semana largo del 9 de julio. Unas semanas antes San Juan había dejado el estado de aislamiento, pasando al distanciamiento social.

10 de agosto

Comenzaron las clases presenciales afuera del Gran San Juan. Esta se convirtió en la primera provincia de todo el país en volver a las actividades en las escuelas. Sólo hubo dos semanas completas de clases.

19 de agosto

En Caucete detectaron 4 casos que no tenían nexo epidemiológico y se cerró el departamento para evitar los contagios. Esto, en el contexto del plan que se había presentado a fines de julio para evitar la vuelta total a Fase 1.

21 de agosto

El gobernador Uñac anunció la vuelta a Fase 1 por los casos en varios departamentos. El 24 de agosto se produjo la primera muerte y el día más trágico fue el 4 de septiembre, día que murieron 5 personas por Covid-19.

5 de septiembre

San Juan volvió a la Fase 3 y se habilitaron muchas actividades paulatinamente. El comercio, la industria y otros rubros volvieron a la normalidad. Y ayer hubo flexibilizaciones en reuniones familiares y algunos deportes.