Una seguidilla de escándalos y un oteo sobre el horizonte electoral del 2011 habían llevado, a fines del año pasado, a que el polémico funcionario Silvio Ibáñez dejara su cargo como secretario de Obras de la Municipalidad de Caucete. Con él, se iba una larga historia de acusaciones, denuncias, causas en la Justicia y, en los últimos tiempos, escándalos por talas indiscriminadas sin permiso legal. Su jefe y amigo, el intendente Juan Elizondo, había preferido que la sangre no llegara al río y le había puesto la firma a la renuncia de Ibáñez. Y éste seguiría yendo al municipio ya despojado de su cargo, sólo para asesorar a su sucesor, a lo sumo por "dos semanas más" desde el 29 de diciembre pasado. Pero, a más de tres semanas de aquella renuncia, Ibáñez sigue trabajando en el edificio municipal, ostentando el cargo de secretario de Obras y ocupando todas las funciones inherentes a ese cargo que supuestamente había dejado. Y cuando se le pregunta por qué, su respuesta es tan lacónica como significativa: "Yo nunca me fui", asegura.

DIARIO DE CUYO fue hasta el municipio hace dos días para consultar sobre una presunta usurpación en el departamento. Cuando pidió por el secretario de Obras, para conocer al nuevo funcionario a cargo, personal municipal lo guió hasta el despacho de la repartición. Y allí adentro, sentado tras el escritorio, estaba Silvio Ibáñez. Pero no para darle una mano a un eventual reemplazante, sino según él mismo admitió, en pleno ejercicio de su rol de funcionario público. En esa oficina, Ibáñez tiene pegada en la pared una nota de este diario, en la que aparece él mismo admitiendo autorizar una de varias talas de árboles sin el permiso de Medio Ambiente provincial, lo que le valió una dura sanción al municipio.

Precisamente esa situación era la que había provocado que el Intendente, al menos públicamente, le soltara la mano a Ibáñez. Juan Elizondo le había admitido a este diario que lo de su funcionario habían sido "errores". Y había ido más allá aún: "No es una cuestión de falta de capacidad o de dedicación para el trabajo -de parte de Ibáñez-. Pero hay ciertas cosas que ocurrieron durante su gestión que pueden ser usadas por la oposición para desacreditarme ahora que se vienen las elecciones", dijo el Intendente en una entrevista el 21 de diciembre pasado.

Una semana después, la situación no daba para más: Elizondo intentó mudar el problema a Casa de Gobierno, pero no lo consiguió. En consecuencia, Ibáñez quedó afuera del cargo. "No fue necesario tomar ninguna decisión drástica, renunció voluntariamente", dijo el Intendente. E insistió con que "Silvio dijo que la decisión la tomó porque, por sobre todas las cosas, quería proteger la integridad de su familia. Sabe que se viene un año electoral y la oposición se vale de cualquier cosa para hacer campaña".

Pero esa decisión, en los hechos, aún no se cristaliza. La vida en el municipio continúa tal como antes, no hay ningún reemplazante en ciernes para la Secretaría de Obras, e Ibáñez sigue ocupando su sillón en el gobierno caucetero.