Felipe De los Ríos, Ministro de Educación.

Ayer en la madrugada la Policía clausuró un boliche en Rawson. Hasta ese momento, el procedimiento era el habitual al de otros fines de semana, sin embargo descubrieron que se trataba de una fiesta privada en la que había unos 100 alumnos de la escuela de Comercio General San Martín, festejando el Ultimo Primer Día (UPD). Este festejo, que ya dio que hablar hace unas semanas consiste en celebrar el comienzo del último período lectivo de sus vidas como alumnos secundarios; y llegar a la escuela sin dormir y alcoholizados. En este contexto y en medio de esta polémica, el ministro de Educación Felipe De los Ríos dijo que si bien ellos sólo saben de dos casos de UPD, están preocupados por esta tendencia, y es por esto empezarán a trabajar en talleres hasta con los padres de los alumnos que estén por egresar. A la vez, aseguró que endurecer las sanciones en la escuela, porque los chicos lleguen alcoholizados no sirve para solucionar el problema. "Es algo que excede a la escuela, y es un problema social. Pero como dijo Sarmiento, todos los problemas son de Educación y nosotros vamos a trabajar para buscar solución a esto que ponen en riesgo la vida de alumnos", agregó el funcionario. 


Según el ministro de Educación los casos en que los chicos llegan alcoholizados a las escuelas no son frecuentes. De hecho, dijo que ellos sólo tienen conocimiento de dos festejos de UPD. Uno de ellos fue en una escuela en Santa Lucía y el segundo, el que ocurrió este fin de semana (ver aparte). "Son modas que no le hacen bien ni a la sociedad, ni a la salud de los chicos", dijo De los Ríos y agregó que se va a trabajar con los papás de los estudiantes para poder generar un clima en el que los chicos puedan tener buenos hábitos. "En cada escuela los directores estarán a cargo de los encuentros y ellos deberán convocar a los padres. A la vez, el Ministerio deberá fortalecer, en estas jornadas, todo lo que implica esta conducta nueva en la que los chicos actúan por moda. Es un problema complejo, transversal y que nos pone en alarma. Vamos a trabajar junto a los papas y los docentes", dijo el funcionario. 


En cuanto a si endurecer las sanciones sería una forma de evitar estos festejos, De los Ríos dijo que no. "Hay que darle el ejemplo a los chicos para que no se sientan solos y hacerles ver que la sociedad está preocupada y ocupada en lo que les pasa. Además hay que tratar de desvirtuar esta moda y hay que mostrarles que estas conductas pueden llevarlos a cambiar su proyecto de vida, su futuro para siempre", explicó y resaltó que esto no es sólo un problema de los padres, sino de toda la sociedad. 


En este contexto agregó que si bien el recibió numerosos comentarios sobre que los padres "potencian" estas actividades dijo que está seguro que los papás de los estudiantes no quieren que sus hijos salgan a emborracharse, pero aseguró que cree que hay padres que no analizan el riesgo que significa todo esto. "Quizás ellos -por los padres- estimulan el encuentro de la amistad, pero no creo y me resisto a pensar que haya padres que potencian la participación de los chicos en la ingesta de alcohol. Los padres no ponen en valor el riesgo que significan estas salidas", concluyó.

En Rawson. El boliche De la Ostia, de Rawson, fue clausurado el sábado en la noche, pero de igual manera el domingo se realizó la fiesta en la que hallaron a los menores.