Lo interesante es que se aprovechan la infraestructura de una mina subterránea (la mina escuela) para generar capacitación in situ para que trabajadores asociados al rubro y estudiantes puedan acceder a una práctica mas real de lo que pueden obtener en salas de clase. “Buscamos la profesionalización y el apoyo a la innovación en tecnologías mineras, así por ejemplo, un empresario puede llegar con una idea para inventar un nuevo equipo minero, nosotros la estructuramos en un proyecto concreto y la probamos en el centro”, explicó González. El proyecto ya cumplió su primera etapa que consistió en giras tecnológicas en Canadá y Alemania para conocer centros de características similares y readaptarlos a Chile. Actualmente avanzan con ciclos de capacitaciones en diferentes áreas, una de ellas la de rescate minero.