Mathias Schepp era un padre aparentemente no violento y que según la agencia de noticias ANSA, legó la mayor parte de su patrimonio a sus hijas, de acuerdo con una última voluntad encontrada en su casa de Suiza. "La familia era normal, muy cercana a sus hijas, muy seria, pero él estaba claramente resentido por la intención de divorciarse que tenía su esposa", resumió Jacques Dallest, el fiscal de Marsella. Para Valerio Lucidi, el tío materno de las pequeñas, no hay duda de que era un signo de "locura total".