Los cuestionamientos de la Justicia electoral a la falta de tiempos para actualizar los padrones y, como contrapartida, la ratificación por parte del Gobierno nacional de la aplicación de la flamante reforma política, parecen tener otra connotación a la expuesta públicamente. Públicamente la Justicia argumentó que era "imposible" en los tiempos, cumplir con la actualización de los padrones. El Poder ejecutivo simplemente ratificó la aplicación de la nueva norma de internas, abiertas y simultáneas. Pero tanto desde el Gobierno nacional como del ámbito de la Justicia electoral se deslizó, por lo bajo, que se trata de "una cuestión de plata". ¿Qué significa esto? La nueva ley electoral le quita a la Justicia electoral, hoy encarnada en María Romilda Servini de Cubría, el poder de organizador y también de contralor de los comicios, a través del escrutinio. Por el contrario, debe profundizar su trabajo en cuanto a cargar información y, por ejemplo, actualizar los padrones. Esto implica el uso de más gente para ese trabajo, pero también abre la puerta para reclamar al Gobierno un mayor presupuesto, dada la pérdida de protagonismo, como la necesidad de la utilización de más personal. Por eso no fue casual que Servini de Cubría, cuyas intervenciones mediáticas son contadas y siempre conllevan alguna cuestión de fondo, saliera por varias radios a plantear la cuestión. Y tampoco es casual que, de inmediato, el gobierno saliera a ratificar la aplicación de la ley, pese a la Justicia electoral y al arco opositor. Según reflexionaba un dirigente oficialista, "tratándose de una cuestión de plata, todo tiene solución"...

Por Walter Schmidt / Agencia DyN