"Fue el viento de Dios o la mano de la Virgen del Milagro porque fue justo su día, la verdad no encuentro otra explicación" dijo Claudia Alvarado de Gentile al contar lo que ocurrió ayer en la puerta de su casa ubicada en Ruta 40 y Kilómetro 7, frente a la YPF de Santa Lucía. 

La dueña de la vivienda comentó que desde hace tiempo peregrina por oficinas públicas y del municipio solicitando el corte y eliminación de la peligrosa rama que se extendía sobre el techo de su casa y crujía cada vez que corría un fuerte viento.

Parte de la gran rama que cayó y quedó en la verdeda de la familia santaluceña.

"Fui a todos lados, presenté mil notas, pero nadie me daba una solución porque son árboles centenarios con mucha altura, la rama que pedí que me sacaran está a más de 40 metros de altura, creo que no hay grúas para sacarla, hay que alquilar una pero sale como 250 mil pesos me dijeron en el municipio", comentó Caludia. 

La familia indicó que el estruendo que hizo la rama al caer fue similar al de un temblor.

El día viernes, la provincia padeció vientos del sector norte, luego oeste, y finalmente sur, con una nuble de polvo gigantesca que cubrió toda la ciudad. "Estábamos con mis dos hijos y mi marido resguardos del viento en la casa, esperando que la rama no nos destruyera la casa que tiene techo de palos o que nos cayera encima y nos matara sinceramente, los ruidos que hacía daban miedo", contó la madre de la familia.

La rama cayó de más de 30 metros de alto y se giró por los diferentes vientos del viernes.

Y agregó: "En un momento determinado y no se porqué, por milagro del viento que mandó Dios o porque era el día de la Virgen del Milagro, la rama se dio vuelta completamente y cayó sobre el frente de la casa sin dañar ni un ladrillo, ni siquiera tocó los cables de alta tensión que hubiera sido un caos también. La verdad estamos vivos de milagro, tanto nosotros como nuestra vivienda", explicó Claudia Alvarado

Las partes de la gran rama tenían un sorprendente diámetro y peso según la familia.

La docente jubilada que comparte la casa con su marido y sus dos hijos contó que visitó las oficinas de medio ambiente, de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Santa Lucía y hasta la de Bomberos para solicitar permisos y alguien que pudiera cortar la gran rama que ponía en juego su vivienda y la vida de su familia. "Se me venció muchas veces el permiso porque era una rama que estaba muy alta, tan alta que cuando cayó vino arrastrando muchas más ramas, es un milagro, ya obviamente no me interesa que nadie se haga presente, solo dejar constancia que podría haber ocurrido una desgracia gigante sino ocurría este milagro".