Demostración de fe. Las familias transitaron la huella que conduce a la gruta de San Gabriel Brochero, que está en la finca El Salado, En Albardón. Partieron en auto desde las iglesias de Santa Bárbara y Nuestra Señora de los Desamparados.


El buen clima fue el mejor compañero para la gente que ayer decidió caminar unos cinco kilómetros para pedir por la unión de las familias. Bajo un sol intenso, pero con una brisa fresca que apaciguó el calor, más de un centenar de personas recorrió la huella que lleva hasta el oratorio del Cura Brochero, que está en la finca El Salado, en Albardón.


El encuentro fue en el marco de la segunda Peregrinación de la Familia, que organiza la Parroquia de Albardón y que cada vez convoca a más fieles. Este año hubo muchos niños que se animaron a caminar por una huella que por momentos no fue fácil. Las subidas y la tierra blanda hizo que la travesía tuviese sus dificultades. Aún así, todos llegaron a destino cerca del mediodía para participar de la celebración de la tradicional misa que se realiza en ese lugar los cuartos domingos de cada mes.


La peregrinación partió desde la iglesia Nuestra Señora de los Desamparados, en vehículos. De ahí pasaron por la parroquia de Santa Bárbara, también de Albardón, donde se sumó más gente. Transitaron por calle La Laja hasta llegar a la huella que conduce al oratorio de Cura Brochero. Ahí fue cuando la gente continuó la travesía a pie.


Detrás de los fieles se encolumnó una larga fila de vehículos que fueron apoyando a los caminantes. También se sumó una ambulancia y una movilidad policial. Previo a esto, camiones de la Municipalidad de Albardón regaron la huella para aplacar la tierra y lograr que la caminata fuese más llevadera.


Con gorras para protegerse del Sol y botellas de agua, los fieles no decayeron ni un instante. Incluso la gente de edad avanzada que participó de la peregrinación.


Cerca del mediodía llegaron al oratorio y las sillas que había llevado con anticipación desde la parroquia, fue un alivio para los pies cansados. Como es tradición en el lugar, la misa se celebró debajo del algarrobo centenario, al costado de una cuneta de regadío. Un escenario que hace especial a esta celebración religiosa que se realiza en el lugar desde hace algunos años.


La gente buscó una sombra para disponerse a participar de la misa y luego de la celebración, en la que también se apeló a la importancia de la unión familiar, muchas personas decidieron quedarse en el predio para comer un asado. 


Fue el año pasado que se decidió hacer la peregrinación en honor a Brochero, que en ese momento estaba por ser canonizado.