Esta mañana, los distintos equipos de enfermeros de los centros de salud de la provincia se acomodaron el ambo, se pusieron los barbijos e iniciaron el recorrido con sus conservadoras llenas de vacunas, golpeando puerta por puerta. Su objetivo: vacunar a todos los mayores de 65 años contra la gripe y la neumonía. Ahora bien, qué debe tener en cuenta la gente para corroborar que quien llega a su vivienda es personal perteneciente al Ministerio de Salud Pública y evitar robos y estafas.

Hay algunos indicios clave. Por un lado, hay que tener en cuenta que el personal puede llegar a bordo de una movilidad oficial o caminando. Los enfermeros van vestidos con ambos y llevan la conservadora.

Por otro, cada uno de ellos porta una credencial colgada en su pecho con los logos del Gobierno de San Juan y el Ministerio de Salud. En ellas consta también el nombre de cada persona y su número de documento.

Y la principal señal a tener a cuenta: el personal no ingresa a la vivienda excepto que la persona destinataria de la vacuna no pueda movilizarse.

En general, los enfermeros les piden a las personas que salgan a la vereda y allí les ponen las dosis. Esto tiene dos motivos: uno, evitar engaños. Otro, evitar ingresar a las viviendas y trasladar algún tipo de virus o bacteria o contagiarse ellos mismos.

En cuanto a los casos en los que las personas están inmovilizadas, antes de ingresar a la casa los enfermeros deben colocarse una vestimenta que llevan guardada y está esterilizada.

Cómo es la visita de los enfermeros

El personal de Salud Pública recorre cada uno de los barrios y va tocando timbre o golpea las palmas frente a las casas. Al salir una persona, le consultan si hay mayores de 65 años en la vivienda. De ser así, los hacen salir a la vereda para colocarles las vacunas.

Además, les piden el carnet de vacunación, si lo tienen, luego de vacunarlos se los completan. Si no lo tienen a mano, les colocan las dosis igual y les entregan un carnet nuevo con la información correspondiente.

Cabe recordar que la vacunación casa por casa se inició a raíz de la pandemia por coronavirus para evitar la aglomeración de gente en los vacunatorios en plena cuarentena.

En primera instancia se vacuna a las personas mayores de 65 años. Luego se hará una segunda etapa de vacunación que alcanzará a quienes padecen enfermedades de base inmunodepresoras. Y así se continuará con el resto de la gente que forma parte del grupo de riesgo, como embarazadas, puérperas y niños menores de 2 años.