La delegación de San Martín partió ayer por la tarde en colectivo rumbo a Bahía Blanca. El cálculo era que hoy, bien temprano y luego de casi 14 horas de traslado, iban a pisar suelo bahiense. La idea era por la tarde hacer un trabajo más bien liviano y con pelotas paradas esperando el choque vital por esta 16ta fecha del Apertura ante un rival directo por la permanencia.