Ayer San Juan puso en marcha la nueva campaña del Programa de Control y Erradicación de Lobesia botrana que este año se extenderá a unos 25.000 hectáreas de viñedos. La tarea de combate empezó con la entrega gratuita de difusores de feromonas -una técnica de confusión sexual para atrapar a la denominada también polilla de la vid-, destinados a unos 1.000 viñateros y 10.000 hectáreas. Los productores deben dirigirse a la Dirección de Sanidad Vegetal para retirar los insumos. El Secretario de Industria, Marcelo Balderramo; informó que se comenzará con la distribución a productores de Pocito, Albardón, Zonda y Ullum, donde los niveles de capturas son más bajos. Luego se continuará en los departamentos de Zonda, Ullum, San Martín, Angaco, Rivadavia, Chimbas y Rawson. Los difusores son de fácil colocación y permiten controlar la plaga con bajo impacto ambiental. Estos dispositivos deben colocarse en el viñedo, antes de que comiencen los primeros vuelos de ejemplares adultos en las zonas cuarentenadas. De esa forma se logra que la feromona forme una nube homogénea, asegurando el control temprano de la primera generación.

Las feromonas se entregan en la Benavídez 8000 oeste, Rivadavia.

Balderramo agregó que además en la segunda semana de octubre comenzarán los vuelos del avión fumigador que realizará aplicaciones aéreas de insecticida sobre 25.000 hectáreas y en algunos lugares se va superponer con la feromona. En los departamentos donde pasa el avión, el productor debe realizar una aplicación obligatoria, con sus propios recursos, durante la alerta del segundo vuelo. En el caso que el productor reciba feromonas gratis, deberán realizar una aplicación obligatoria, con sus propios recursos, durante la alerta del primer vuelo.

Respecto a las aplicaciones aéreas, el funcionario recordó que los productores de uva orgánica y los productores apícolas deben concurrir hasta el 5 de octubre a registrarse a Sanidad Vegetal para evitar que el avión fumigador haga aplicaciones sobre ellos.

Lobesia botrana conocida como polilla de la vid, es una pequeña mariposa que en su estado de larva es la que causa daño directo en la uva por lo que come, e indirecto por permitir el ingreso de pudriciones al racimo. Se detectó por primera vez en Mendoza en 2010 y en San Juan 2 años después, avanzando de manera silenciosa.

San Juan cuenta con 1800 trampas aproximadamente, distribuidas en todos los departamentos que poseen vid, para poder ser detectada a tiempo para su control.

El funcionario recordó que este año el aporte para la campaña contra la plaga es de $300 millones, de los cuales $136 millones son aportados por la Nación y $164 millones los pone la provincia. El año pasado se invirtieron más de 180 millones de pesos aportados por la provincia, solo en la compra de insumos.