El jugador de Sarmiento, Julio Guayama, tuvo que ser reemplazado al comienzo del segundo tiempo debido a que sintió un fuerte dolor en el pecho y debió ser trasladado al centro de salud de Albardón en un patrullero de la Policía, ya que no había ambulancia en la cancha.

Además de no haber ambulancia, para una urgencia, tampoco los clubes cuentan con un médico. De casualidad, entre los espectadores se encontraba Maximiliano Pérez, un médico que pudo atender a tiempo al jugador que presentó un cuadro clínico análogo al del infarto. Luego en el nosocomio, el jugador fue medicado y trasladado a la unidad coronaria del Hospital Marcial Quiroga, para realizarle estudios.