El aislamiento social y la cuarentena por la pandemia de coronavirus han cambiado la forma en que muchas personas buscaron comunicarse con sus seres queridos. Así muchos incursionaron en el uso de plataformas de videollamadas como es el caso de Zoom. 

La compañía, fundada en 2011, logró posicionarse rápidamente entre otras plataformas como Skype. Recientemente reconoció que recolectaba información innecesaria de los usuarios que utilizan iOS -sistema operativo de los accesorios Apple- y retiró esa función de las aplicaciones para este segmento. 

Sin embargo, el sitio The Intercept reveló que las videollamadas grupales no cuentan con una encriptación de extremo a extremo, a diferencia de WhatsApp, por ejemplo.

"A pesar de sus promesas de marketing, Zoom no cuenta con una encriptación de extremo a extremo para las comunicaciones de audio y video", sostiene The Intercept.

Además, según publicó La Nación, una empresa de seguridad informática reveló que el programa de Zoom para Mac se instala de forma automática en las computadoras de Apple sin requerir autorización alguna por parte del usuario. 

"Zoom tiene un comportamiento oscuro, el programa se instala solo sin el consentimiento del usuario y utiliza mensajes engañosos al sistema operativo para lograr su cometido. Son los mismos trucos que utilizan los malware para instalarse en macOS", explicó Felix Seele, jefe técnico de la firma de seguridad informática VMRay.

La popularidad de esta aplicación se convirtió también en un imán para los delincuentes informáticos. "Existe un importante incremento en el registro de dominios que incluyen como parte de su nombre la palabra Zoom. Esto responde en gran medida al accionar de cibercriminales, que intentan aprovechar la demanda por herramientas de este tipo", publicó la firma ESET en su blog oficial.

Por su parte, el consultor de ciberseguridad Graham Cluley sostuvo en declaraciones a la BBC que "mucha gente está usando este servicio por primera vez, sin siquiera leer los términos y condiciones, y clicando sí a todo para conectarse".

En ese sentido advirtió que tanto Zoom como otras aplicaciones que hacen posibles las videollamadas brindan un “servicio valioso pero hay que ser cuidadosos a la hora de conectarse".

Las mayores preocupaciones

Además de permitir conectarse con amigos y familiares, esta aplicación es cada vez más usada en los entornos de teletrabajo.

Al respecto, Electronic Frontier Foundation, una organización estadounidense que trabaja en pos de los derechos de privacidad en el entorno digital, resaltó las principales preocupaciones que genera la aplicación.

Destacó que el organizador de una llamada en Zoom puede monitorear las actividades de los participantes cuando comparten pantalla. De esta forma puede ver si las ventanas de la aplicación están o no activas.

También permite que los administradores vean los paneles de actividad de los usuarios, incluyendo un ranking de estos últimos basado en los minutos de reunión.

En caso de que un usuario grabe una conversación, los administradores podrán acceder a estos contenidos. Finalmente, durante las reuniones, los administradores pueden ver el sistema operativo, la dirección IP, los datos de localización e información de los dispositivo de cada participante.

Fuente: La Nación/BBC/ El Sol