La coronita que decidió ponerse en su cumpleaños de 15 fue todo un presagio. De jugar a ser reina, hoy Ana Paula Zabala (19) es la soberana de todos los sanjuaninos. La flamante Reina Nacional del Sol 2011, el día después de la elección, confiesa que cayó en la cuenta de lo que logró en la madrugada, cuando los abrazos, las felicitaciones y las luces de los flashes se apagaron. En la intimidad de la cocina familiar en su casa del barrio 20 de Junio, Santa Lucía, leyó el diario por internet, abrió su Facebook y vio la grabación de la televisación. "Recién ahí me di cuenta, ahí me cayó la ficha. Me impactó verme en la tapa del diario, ver los comentarios de la gente en mi sitio, que me felicitaba pese a no conocerme. No sé si nací para ser Reina, pero hice todo para lograrlo. Y prometo que voy a trabajar mucho en mi reinado, porque me encanta. Soñé con esto", cuenta la rubia, quien ganó la votación del jurado y del público, ya que fue la candidata que sumó más mensajes de texto.

Y cuando habla de trabajar para lograrlo, vaya que Ana Paula, su familia y sus amigos se movieron. La flamante soberana caminó varias mañanas en la Peatonal repartiendo folletos y haciéndose conocer, iba con sus padres y hermanos por las parrilladas, hablando con la gente. Fue a carreras de ciclismo, su tía hizo campaña por redes sociales en Internet y hasta plotearon la camioneta con una foto gigante de Ana. "Fue muy divertido hacer todo eso. Salíamos todos juntos, apretados en la camioneta. Además la gente se portó muy bien conmigo. Los chicos de la Juventud de Santa Lucía me ayudaron mucho, si hasta de la hinchada de Alianza tuve apoyo", dice Ana Paula, de risa fácil y charla espontánea.

Y es que la "Fulmi", como le dicen sus amigas, es una chica de barrio, que le ayuda a su madre en las cosas de la casa, inteligente (fue abanderada en la primaria con promedio de 10, excelente alumna del Central Universitario y pasó a tercer año de Comunicación Social con una libreta de 9,85 de promedio), que cocina tortas y que le encanta la tortilla de papas.

Hincha de River y conversadora hasta por los codos, le gusta más leer que ver tele o escuchar música. Consume mucho las secciones Política y Economía de los diarios y confiesa: "Me encantaría trabajar en DIARIO DE CUYO. La gráfica y la TV es lo que más me atrae".

Y será por esas ganas de estar siempre informada que hoy su madre entiende por qué desde niña, la ídola de Ana Paula es Mirtha Legrand. "Ay, me encanta la Mirtha. Cómo será, que estuve a punto de decirle a Marley que la quiero conocer. Con mi bisabuela éramos fanáticas de ella", dice la chica. Y habló en pasado porque en las últimas semanas sufrió justamente la muerte de su bisabuela Ascensión y de su abuela Josefina, un duro golpe familiar que aún intentan superar.

Ana Paula es espontánea, natural, al punto de levantar los dos brazos cuando cantaban un voto suyo en la elección, lejos del tradicional y tímido pasito adelante. "Creo que el jurado vio que yo soy muy dada, que estoy informada y puedo hacer conocer a mi provincia en cualquier lado. Ahora quiero que el movimiento de los jóvenes de Santa Lucía, que hace acciones solidarias, sea más amplio. Voy a trabajar para que el movimiento sea provincial. Espero que mi reinado se caracterice por el trabajo y que me recuerden como una reina simpática, a quien le encanta el cariño de la gente y que tiene mucho cariño para dar", dice Ana Paula, la flamante Reina del Sol.