Shan Morgan bajó desde la habitación que le habían asignado en el refugio Sardina y caminó hasta el fogón de los baqueanos donde el gobernador Gioja compartía una charla. Se sentó junto a ellos y le preguntaron si había tomado mate alguna vez. No terminó de decir que no que ya le habían arrimado uno. Ella puso una condición: "Que sea amargo", dijo. Y así fue.

Luego fue a la charla que dio el Ejército en una mesa de tierra para explicar cómo fue el cruce cordillerano de San Martín, desde El Plumerillo hasta su paso por San Juan hacia Chacabuco, en Chile. Llevaba en su mano un anotador para no dejar escapar detalles de la gesta sanmartiniana.

Camino a esa charla, DIARIO DE CUYO le preguntó a Morgan qué la motivó a realizar el cruce y la aventura de andar tantos días a caballo y soportando las inclemencias del tiempo.

"Vine para conocer la historia de Argentina más allá de la General Paz", comentó. Y agregó como fue: "Me invitaron en la primera visita a San Juan, el año pasado. Me interesé en ver cómo era y luego pedí participar".

Shan es una mujer amable, simpática, igual le da conversación a un periodista, que a un baqueano o a un gendarme. Llegó sin ningún tipo de asistente o secretario. Sólo la acompaña una gendarme durante la cabalgata.

Tampoco tiene ningún condicionamiento para hablar de Malvinas y asegura que no sintió temor de que alguien le pudiera recriminar algo en esta expedición: "Está claro cuál es la posición de mi país y la de Argentina. Supe que cuando llegué a San Juan, el lunes, habían organizado algunas manifestaciones en mi contra. Pero eso no iba a impedir que yo viniera, porque esto es una democracia y todos tiene derecho a pensar y expresar lo que opinan".

Y para demostrar que la historia argentina le interesa, Morgan comentó que "San Martín y mi país tienen mucho en común: él llegó en un barco inglés en 1812. Y el historiador Mendoza informó que él usó cañones ingleses para la liberación de Chile".

Antes de ser embajadora, Shan Morgan trabajó en el ministerio de Trabajo. Luego hizo carrera diplomática durante 20 años. Y ella pidió venir a la Argentina: "Es un país muy buscado por los diplomáticos, por su historia, su cultura, sus tradiciones. Yo me postulé y, no se por qué, me eligieron a mi. Y estoy muy contenta".