Cuando elegimos actividades de jardinería para niños, sus tareas involucran el juego sensorial. Por ejemplo, meten las manos en la tierra y esto les provoca claras sensaciones físicas. Añaden un poco de agua y ven qué cambios hay en la tierra. Ven crecer las plantas y flores o cultivan un vegetal que pueden comerse y saborearlo. 


La jardinería, el cuidado de las plantas o cualquier otra actividad que tenga que ver con estar en contacto con el campo y el medio ambiente tiene muchos beneficios para los chicos de la casa. Lo primero de ellos es que aprenden valiosas lecciones sobre la naturaleza, el segundo, es que se divierten aprendiendo. Y, además todo lo que los niños puedan compartir con su familia, trae un plus mayor y momentos más que valederos. Trabajar en un jardín, ya sea plantando semillas en una maceta, ayudando a trabajar en un gran jardín al aire libre o incluso cuidando de un terrario, aporta muchas cosas positivas para los niños. Elaboramos un listado de actividades que puedes compartir y sacarle provecho a tus hijos.
 

Las ventajas de trabajar en jardinería para los peques son muchas, las más importantes son:
- Las actividades de jardinería fomenta una alimentación saludable


- Trabajar la paciencia pues los niños han de esperar para ver cómo crecen las semillas que han plantado.
- Fomentan la responsabilidad y el trabajo en equipo.


- Propicia el respeto por la naturaleza y el medio ambiente así como un estilo de vida saludable.


- Se trabajan valores tan importantes como la dedicación, el esfuerzo y la constancia.


- Mejora el desarrollo de la motricidad fina.


- Los niños sienten una gran satisfacción una vez que ven los resultados que han logrado.


- Son actividades divertidas que gustan a grandes y pequeños, por lo que fomenta la unión familiar.


¡Manos a la obra con actividades!


1. Plantar legumbres en un frasco


Seguro que esta actividad la hiciste en el colegio cuando eras pequeño. Se trata de poner en un frasco un poco de algodón y unas legumbres crudas como lentejas o garbanzos. Se humedece el algodón y, tras un par de días, se ve cómo ha germinado la legumbre. Sencillo, fácil de hacer en casa y muy ameno para los niños pequeños.


2. ¿Te atreves con las cabezas con pelo de hierba?


Una manualidad muy fácil de hacer y con un resultado espectacular. Medias de nylon, tierra, semillas de alpiste o césped y un vasito de yogur. No necesitas nada más. Se llena la punta de la media con las semillas, se cubre con tierra y se cierra con un nudo de forma que quede como si fuera una pelota dura. A continuación, llenamos el vasito de yogur de agua más o menos hasta la mitad, metemos nuestra pelota dentro de tal forma que lo que ha sobrado de la media después del nudo haga las veces de mecha, es decir, va a quedar dentro del agua y será la encargada de hacer llegar la humedad hasta la parte de arriba. Una vez pasadas dos semanas, cuando la hierba empiece a crecer, es el momento de decorar la pelota con cabeza, ojos, nariz, boca, ¡No hay quién se resista!


   3. Una maceta casera muy divertida

  
A ver qué te parece esta idea. Prepara un recipiente que tengas por casa, puede ser desde un tarro de cristal, hasta una botella de plástico duro pasando por una maceta convencional. La idea es decirle a los niños que pinten, decoren y den rienda suelta a su imaginación para hacer una maceta con forma de su personaje de dibujos animados, con letras y mensajes y cuantas más cosas quieran. Después se planta en esa maceta casera unas flores aromáticas o unas semillas de hortalizas.


 

4. El huerto en casa


Armá un huerto en tu jardín o en macetas. para comenzar con esta tarea de forma fácil puedes elegir las aromáticas. Macetas, tierra y las herramientas de jardín para niños sólo eso. Puedes adquirir las plántulas en el vivero para acelerar la consigna. De lo contrario en cajones de madera puedes armarlos para definir tu huerta, eso sí, siempre que el niño participe de la tarea.


 

5. Una salida al campo


Una linda actividad para los días más cálidos. Organizar una excursión al campo para pasar un día en familia, estar en contacto con la naturaleza y poder aprender de ella. Como plan complementario se puede llevar unas semillas al campo para plantarlas (haz una marca en el suelo para recordar en qué lugar exacto las vas a poner) y también se puede recoger piedras, piñas secas u hojas para decorar en casa y poner en las macetas de las que hablábamos antes.


 

6. ¡Un bebedero para pájaros!


¿Qué necesitamos para hacer un bebedero para nuestros amigos los pájaros? Pues un par de macetas que sean del mismo tamaño y un plato de barro de los que suelen venir con la misma maceta. Colocamos una maceta en el suelo boca abajo y la otra encima apoyada en la base de forma que haga la forma de una fuente. A continuación, ubicamos arriba el plato de barro, se llena de agua y se pone en un lugar tranquilo para que los pájaros no teman beber agua. ¡Verás que no tardan en llegar!