Morus alba o Mora blanca

Árbol de hasta 18 m de alto, ramoso, de copa ancha y corteza lisa y gris cuando es joven, pero gruesa, muy agrietada y parda o gris al envejecer. Las hojas son caducas, simples, alternas, son muy variables en su forma: ovales, redondeadas o lobuladas pero siempre dentadas en su margen y con rabillos largos y algo pelosos en los que a veces se observa látex al ser tronchados. Son finas, generalmente terminadas en punta, acorazonadas en su base, de haz brillante y con el envés que puede tener algunos pelos entre los nervios. Estas características, junto con un fruto de rabillo largo, que cuando madura es más bien soso y habitualmente blanco, blanco-verdoso o rosado, lo diferencian de su congénere Morus nigra. Las flores no son muy vistosas y son unisexuales. Salen generalmente en distinto pie de planta, pero a veces están separadas sobre el mismo pie de planta. Al fruto lo deberíamos llamar infrutescencia, porque es complejo y cada granito es el verdadero fruto, que se agrupa formando una estructura parecida a una mora de zarza y que botánicamente se conoce con el nombre de sorosis. Sin embargo, pertenece a una familia distinta, porque la zarzamora es una rosácea (gen. Rubus).



Morus nigra o Mora negra



El moral es un árbol caducifolio, aunque pierde el follaje durante poco tiempo, sin espinas, de aspecto recio y porte medio que raramente supera los 10 m de altura. Tiene en general una copa extendida y densa, así como un tronco corto, a veces encorvado. La corteza es pardo anaranjada, áspera y muy escamosa, y se desprende en placas gruesas. Las hojas son simples, alternas con el margen dentado, oscuras, y ásperas por el haz, de forma acorazonada o redondeada terminada en punta. Las hojas tienen unos rabillos con pelillos que exudan látex al cortarlos. En primavera, el moral produce unas flores no muy vistosas que se reúnen en espigas alargadas y compactas. Cuando las flores femeninas son fecundadas, se vuelven carnosas y dan lugar a unos frutos, que deberíamos llamar infrutescencias, porque están compuestos por muchos granitos jugosos, que se agrupan para formar una especie de mora que botánicamente se conoce con el nombre de sorosis. Se diferencia principalmente de la morera (Morus alba) por sus hojas más oscuras y con el envés peloso a lo largo de los nervios, así como por las características de sus moras, que son de mayor tamaño (2-3 cm de longitud), de color púrpura negruzco, sabor agridulce muy agradable y casi sin rabillo.