Recientemente los gobiernos de Argentina, Bolivia, Chile y Perú acordaron avanzar en la producción de conocimiento técnico y el intercambiar experiencias alrededor de la explotación del litio, mediante un proceso que incluirá al sistema académico, la industria y la sociedad civil, con miras a construir una agenda común. Los cuatro países acordaron invertir US$ 690.000 para responder a los interrogantes que subsisten en torno de la explotación del litio, señalaron fuentes gubernamentales.

La futura plataforma multinacional procurará determinar si, pese a las diferencias existentes entre los sectores de litio de cada país, se puede aprender y adoptar términos comunes como “buenas prácticas mineras, ambientales y sociales”

Las naciones mencionadas anteriormente tomaron nota de que el litio es el elemento fundamental de las baterías que alimentan computadoras, automóviles híbridos y eléctricos, teléfonos celulares, múltiples dispositivos electrónicos y sistemas de almacenamiento de energía en general, lo que ha triplicado su precio en los últimos tres años.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “se plantea un enorme desafío para lograr que la explotación y el uso del litio se traduzcan en un instrumento efectivo para el desarrollo sostenible, inclusivo y de largo plazo a nivel local y regional”.

Básicamente lo que se intenta establecer es “un acuerdo integral multiactor sobre las características que debe tener la industria del litio para fortalecer su viabilidad y su contribución al desarrollo sostenible de la región”.

En este contexto vale destacar que resulta fundamental para los gobiernos del sur del continente saber en profundidad qué sucede con el denominado “oro blanco” en sus diferentes aristas, ya que solo los salares de Argentina, Bolivia y Chile concentran cerca de 26 millones de toneladas de reservas probadas, casi un 60% de las todas las reservas existentes a nivel mundial.

Al ya conocido mundialmente “triángulo del litio” se agregó recientemente Perú, que anunció el hallazgo de depósitos de litio en roca como los que hay en Australia, con una concentración siete veces superior a los salares, con reservas estimadas en aproximadamente 2,5 millones de toneladas en 8.000 hectáreas de las 92.000 exploradas.

Según indicaron fuentes gubernamentales argentinas: más de 90% de la suma a invertir por los cuatro países provendrá de una cooperación técnica ya aprobada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Por su parte, el organismo responsable en la Argentina será la Secretaría de Articulación Científico Tecnológica en el ámbito del MinCyT (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva).

También participarán otros organismos como el Viceministerio de Ciencia y Tecnología de Bolivia y Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB); el Comité de Minería No Metálica de CORFO (Chile); y el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería de Perú.

690

serán los miles de dólares que pondrá cada uno de los países involucrados para profundizar conocimientos sobre el litio e intercambiar experiencias.

La gran potencia

El convenio incorpora el conocido triángulo del litio (Argentina, Chile y Bolivia) y se suma Perú, que recientemente realizó un gran hallazgo del mineral. Más allá de que el triángulo del litio sudamericano abarque más del 60% de las reservas mundiales, Australia continúa siendo el mayor productor de este metal a nivel mundial. Según datos estadísticos, Australia produjo 18.700 toneladas de litio el año pasado, seguido de cerca solo por Chile, que tuvo una producción de 14.100 toneladas. El litio es considerado el “oro blanco” ya que sus grandes aplicaciones en la industria de baterías electrónicas ha multiplicado su valor durante los últimos 8 años.