Al parecer el denominado "Ayuno Intermitente" ha dejado de ser una tendencia o moda pasajera para pasar a ser el estilo de vida de muchas personas. La pregunta es si este tipo de dieta que en general se recomienda por redes en sus distintos formatos, con adaptación a ciertas edades, es realmente beneficiosa o no para las personas. Hay diferentes miradas sobre esta opción para alimentarse, aunque todas coinciden en que el cuerpo naturalmente "ayuna", desde la cena hasta el desayuno. Claro que esta propuesta va más allá porque apunta a ampliar el rango de horas de no ingesta y elevarlo, por ejemplo, a 16/8, uno de los métodos más publicitados. Es decir 16 horas sin comer (sólo se puede beber agua, café o té sin azúcar) y después ocho horas volviendo a tomar alimentos. Hay otras tantas bastante más exigentes. 


Además, en general, permite comer prácticamente cualquier cosa en los horarios establecidos, aunque lo lógico sería optar por alimentos saludables. En definitiva no se debería usar como excusa para poder darse un atracón porque a prima facie no tiene sentido. 

Para develar y fundamentar diferentes posiciones, dos especialistas dieron su punto de vista y las recomendaciones que a su criterio deberían considerar quienes están dispuestos a llevarla adelante.



Opinión/Florencia Peláez, licenciada en Nutrición 

Reposar el aparato digestivo

De manera natural, durante una cierta cantidad de horas del día, todas las personas someten a su cuerpo al ayuno. Por lo general, se trata del período de tiempo que transcurre entre la cena y el desayuno del día siguiente, comida en la que -como su nombre lo indica- "rompe" con el ayuno.

El ayuno intermitente, en tanto, propone ampliar el rango de horas sin ingesta y elevarlo, por ejemplo, a 16 horas, tiempo en el que sólo será posible beber agua, café o té sin azúcar. Durante las 8 horas restantes del día permite comer prácticamente lo que la persona desee, con la lógica de optar siempre por alimentos saludables.

Los ayunos son prácticas ancestrales, milenarios, presentes en todas las religiones y todas las civilizaciones a lo largo de la historia; es algo sumamente implementado durante toda la humanidad con diferentes tipos de fines, ya sean religiosos o depurativos.

Lo que hoy se sabe es que mantenernos libres de alimentación durante algunas horas lo que hace es inducir a un reposo digestivo, y ayuda también a tener más percepción de cuándo uno come por hábito y cuándo por hambre real.

Es una práctica que se puede empezar a tener con ciertos pacientes que buscan ir un poco más allá, no sólo restringir calorías por una cuestión estética ni de peso, si no que lo que se va a pretender con la extensión del ayuno es inducir ciertos procesos orgánicos que reparan y detoxifican las células.

Lo ideal, o lo que se propone, es que se pueda cenar temprano y extender un poco el desayuno; con eso empieza ya el proceso de reposo digestivo, que sería de 12 horas, lo que sucede es que en la civilización actual el común de la gente se acuesta tarde y se levanta muy temprano y esa ventana de ayuno cada vez es más corta.

Cuando uno está sin consumir ningún alimento - ni proteínas, ni glucosa, ni hidratos de carbono, ni grasas- empiezan a disminuir los niveles de insulina, lo cual favorece de alguna manera procesos orgánicos y metabólicos de detoxificación y reparación celular.

Al disminuir los niveles de azúcar -porque no se está consumiendo ningún alimento-, se genera a largo plazo mejor sensibilidad a la insulina, la autofagia y regeneración celular, lo cual previene el envejecimiento prematuro.

Después de esas horas empieza a ponerse de manifiesto la oxidación de los ácidos grasos, a quemar más grasa y podría ser un factor para disminuir el tejido adiposo corporal, además, al facilitar ese reposo digestivo se produce menos inflamación intestinal y se promueve -después de las 16 horas- la expresión de algunos genes relacionados con la longevidad los cuales empiezan a expresarse más correctamente.

¿Cómo ponerlo en práctica y quiénes no pueden realizarlo?

Empezar al menos respetando las 12 horas, que implica respetar el ciclo circadiano vital y natural de comer cuando hay sol y descansar cuando el sol cae. Así, sólo cenar más temprano y desayunar unas horas más tarde nos va a permitir respetar estos ciclos, tener más conciencia de cuando se tiene apetito real, reposar el aparato digestivo y que de alguna manera se restablezcan las funciones correctas para cada organismo.

Los ayunos intermitentes están contraindicados para pacientes que están en bajo peso, mujeres que estén amamantando o embarazadas, pacientes con trastornos alimentarios o diabéticos que requieren insulina. No es para todo el mundo; es simplemente una estrategia para inducir genes de longevidad, autofagia, reparación y biogénesis mitocondrial, que son procesos sumamente interesantes para prevenir enfermedades e inducir la longevidad.

Pero no es para todos, hay que estar bien asesorados y preparados nutricionalmente previamente con una dieta saludable.

Reposo digestivo

Florencia Peláez, licenciada en Nutrición, pone restricciones para quienes quieran hacerlo, ya que "no es para todo el mundo". Por ese motivo brinda las siguientes recomendaciones

* Es bueno respetar al menos las 12 horas de ayuno, siempre haciendo hincapié en que es un reposo digestivo y reparación celular.

* No acarrea riesgos si va acompañado de una alimentación saludable guiada por una nutricionista.

* Los ayunos intermitentes están contraindicados para pacientes que están en bajo peso, mujeres que están amamantando o embarazadas, pacientes con trastornos alimentarios o diabéticos que requieran insulina. 

* Se recomienda hacer chequeos médicos antes de empezarlo. 



Entrevista/Sabrina Laciar, licenciada en nutrición 

"Lo recomendable son las 4 comidas"

Muchos expertos en Nutrición, como la licenciada Sabrina Laciar, sostienen que el equilibrio es la base de cualquier alimentación saludable y no consideran los ayunos de más de 12 horas (el que mucha gente cumple en forma natural entre la cena y el desayuno). Aquí las respuestas ante las dudas de muchas personas que quieren hacerlo o buscan información para intentarlo o descartarlo.


- ¿Hay pacientes que piden la dieta del ayuno intermitente?

Sí, hay personas que quieren comenzar una dieta o ayuno intermitente y así lo piden. También consultan los que asisten al control nutricional para informarse sobre esta, para saber en qué consiste, si la pueden realizar y si es adecuada según el objetivo principal que manifestaron en la primer consulta, del tipo de vida, disponibilidad, entre otras.


- ¿Es recomendable?

En mi opinión es otro tipo de dieta. Lo recomendable es consumir las 4 comidas principales, teniendo una alimentación equilibrada y variada. Puede ser recomendable para pacientes que quieran realizar un reposo gastrointestinal, después de una comida copiosa por ejemplo. Existen distintos tipos de ayuno intermitente o llamada también restricción energética intermitente, tales como el timing restricted de 16 horas sin comer y 8 horas de ingesta, puede extenderse hasta 20 de ayuno y 4 de ingesta. Otra es el fasting mimicking dieta de 700 calorías aproximadamente por un período determinado, también está el ayuno modificado, días alternados, permite ingestas pequeñas de menos del 70 por ciento de restricción; otra de 5.2, es decir ayuno de 2 días, siendo 5 días dieta regular y 2 días con restricción calórica -500 calorías o 600 calorías-. Es mucha la oferta, está además el ayuno periódico, menor ingesta -unas 500 calorías aproximadamente, que puede durar 2 a 6 días a la semana. Se suman el ayuno de 3 a 4 días, con restricción de la ingesta a 1200 calorías por día; ayuno de días alternados, por ejemplo ayuno con 75 por ciento de restricción calórica, días sin aporte calórico

(opcional), días de no restricción, la persona puede comer todas las calorías que quiera y en los días de ayuno puede tener alimentación normocalórica o hipocalórica.

Se debería elegir el adecuado para el paciente, según lo hablado en la consulta nutricional.

- ¿Qué riesgos acarrea?

Algunos efectos negativos son: dolor de cabeza o migraña, fatiga, mal humor,caída del rendimiento, malestar,tener mucho apetito que pueden llegar a un atracón, estreñimiento, entre otros.

- ¿Es para todo el mundo? ¿Qué hay que considerar si se toma la decisión de hacerla?

No, no es para cualquier persona. Hay que considerar el objetivo del paciente, saber por qué quiere realizar el ayuno, si es para bajar de peso o para sentirse bien o por que lo escuchó de un conocido o en las redes sociales. Si es para bajar de peso, no lo recomiendo, ya que puede descender de peso igual si realiza las 4 comidas principales. Es cuestión de educar al paciente en la alimentación y que no siga dietas por internet o por recomendación de alguien más. Respeto al paciente que quiere realizar este ayuno, se le entrega el menú y se controla. Este puede ser según el tipo de ayuno de 12, 16 o 20 horas, depende de sus horarios, si trabaja, estudia, si es de despertarse tarde, entre otras, depende del ciclo circadiano.

Hay pacientes que pueden realizar un ayuno de 12 a 14 solamente, siendo la última comida la merienda y la primer comida el desayuno. De ese modo se corta el ayuno con el des-ayuno o la última comida la cena y la siguiente el almuerzo.


- ¿Es real que cambia el metabolismo?

No hay un estudio claro sobre el ayuno intermitente. Existen estudios científicos que se han realizado según los distintos períodos de tiempo, pero ninguno con un seguimiento a largo plazo, no sabemos si fue buena la adherencia al tratamiento. Algunos son realizados en personas con distinto metabolismo. También se habla de romper el ayuno con proteínas, ya que si se consume carbohidratos modificaría el metabolismo o resultado. El paciente que hace el ayuno puede sentirse bien, desinflamado, con pérdida de grasa, más liviano que se debe a la buena digestión de alimentos y el reposo gastrointestinal. Otros beneficios asociados al ayuno son control de la glucemia, disminuye el estrés oxidativo -disminuye el envejecimiento-, previene enfermedades crónicas o enfermedades cardiometabólicas, mejora el perfil lipídico.

- ¿Durante cuanto tiempo es prudente hacerla?

No es recomendado realizar ayuno por un largo tiempo, pueden aparecer los síntomas ya mencionados. Los ayunos deben estar supervisados por un profesional, para tener una alimentación saludable en períodos de no-ayuno de la persona. Es una dieta y como toda dieta siempre tiene un fin. Es importante seguir con recomendaciones y los controles cuando se abandona el ayuno intermitente para que el paciente no vuelva a la alimentación de antes, si es que comenzó por un descenso de peso.

 - ¿Hay que hacerse chequeos previos? 

Siempre, antes, durante y después. Si el paciente presenta alguna enfermedad crónica o tiene dislipemia, si sigue una alimentación vegetariana o es deportista. Los análisis clínicos siempre son muy importantes, como también la salud mental.