En tierras iglesianas una postal agronómica y hasta turística. Una plantación de porotos, anteriormente dañada por la helada de mediados de diciembre que dejó muy mal a muchos productores, es recuperada en parte por el paso del tractor con una cultivadora y una buena mano de fertilizante para salir adelante. Los álamos atrás, acompañan el trabajo del labriego.