Por más de 25 años, muchos países desarrollados, incluyendo los Estados Unidos, han estado enviando cantidades masivas de desechos plásticos a China en lugar de reciclarlos ellos mismos.


Alrededor de 106 millones de toneladas métricas -alrededor del 45 por ciento- de los plásticos que se reciclan en el mundo han sido exportados a China desde que se comenzó a informar a la Base de Datos Cmtrade de las Naciones Unidas en 1992.


Pero en 2017, China aprobó la Política Nacional de Espada que prohíbe la importación de residuos plásticos -para la protección del medio ambiente y la salud de las personas- a partir de enero de 2018.


Ahora que China no lo aceptará, ¿qué está pasando con los residuos sobrantes?


Según los autores de un nuevo estudio, se está acumulando y dicen que parte de ella está terminando en vertederos, siendo incinerada o enviada a otros países que carecen de la infraestructura.


Para el año 2030, se calcula que 111 millones de toneladas métricas de desechos plásticos serán desplazadas debido a la nueva ley de China, según el estudio. Esto equivale a casi la mitad de todos los residuos plásticos que se han importado en todo el mundo desde 1988.