Un grupo de cuatro curiosos y amantes del aire libre descubrió el secreto para difundir la Ciencia desde otro lugar que no sea un aula ni un laboratorio. Mejor dicho, encontraron en la naturaleza la mejor vidriera para contarle a quien quiera escuchar acerca del potencial que guarda el desierto sanjuanino, no solo en su suelo, la flora y fauna que aquí sobreviven, sino en las paredes de las montañas y la inmensidad del cielo, la intervención del hombre a lo largo de la historia, por citar algunos parámetros.

Los "Verdesierto" -nombre del proyecto de estos emprendedores que hace alusión al color del paisaje que los rodea con el objetivo de reivindicar la vegetación que allí florece- ofrecen salidas científicas a muy pocos kilómetros de la ciudad para estudiantes de todos los niveles, para turistas o incluso para sus pares, profesionales deseosos de adentrarse en un mapa en el que observar atentamente y con todos los sentidos esas señales de la naturaleza para entender muchas de las respuestas sobre el origen de la vida y algunos fenómenos.

Sofía Lis Llopiz fue quien hizo nacer y crecer esta iniciativa de la mano de Sebastián Moreno -su pareja-, luego se sumaron Virginia Moreno, su cuñada y Pablo Blanc, doctor en Geología, quien es un asesor permanente. 

Nobleza obliga decir que Sofía está a punto de recibirse de Licenciada en Geología, Pablo fue uno de sus profesores en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, Sebastián es artista, constructor dedicado a la bioconstrucción, la ecología y el xeropaisajismo es decir la plantación de flora autóctona en zonas desérticas y secas- mientras que Virginia aporta su ojo creativo como fotógrafa pero además es bióloga.

"Al principio nos íbamos a enfocar en el Geoturismo pero con la demanda de la gente nos dimos cuenta que nuestra iniciativa iba más allá, que los turistas son apenas una patita del proyecto. Lo que en realidad hacemos es divulgación científica o de conocimiento, conectamos lo que sabemos a toda la comunidad, sea académica o no. Lo que más disfrutamos es que cada vez hay más interesados en ver el mundo o al menos ese espacio donde viven, con otros ojos, el de las preguntas", define Sofía absolutamente feliz y orgullosa de este proyecto único en la provincia y por qué no, sus alrededores. En definitiva, la invitación que todos los meses renuevan es la de un paseo, una salida a distintos rincones del valle de Ullum-Zonda. Inclusive se extienden a la Quebrada de Zonda que es parte de la superficie del departamento Rivadavia. Con distintos circuitos y siguiendo diferentes temáticas e inquietudes recorren el Cerro Blanco, las Sierras Azules, Las Volcánicas de Ullum (cerca del Dique Punta Negra), los canales de riego originarios que son prehispánicos y preincaicos, entre otros puntos. "Estos son lugares que como geólogos, conocemos como la palma de la mano", dice la joven que agrega que eligieron ese área para sus actividades no solo porque viven en la zona sino justamente porque son tesoros. Ella ejemplifica que "Zonda es como un Disney de San Juan, una maravilla para la geodiversidad, en un área muy condensada. De hecho si me paro en la plaza del departamento tengo a pocos kilómetros una variedad de elementos geológicos en 360¦ grados que lo hacen super atractivo. Esto significa que hacia donde yo camine me voy a encontrar con algún elemento científico interesante para analizar".

 Aventura y aprendizaje 

Con la premisa de acercar la ciencia a la gente, ya tienen armados 7 circuitos para estos paseos (ver recuadro), verdaderas clases que fomentan la curiosidad -claro que en un entorno más divertido y distendido que cualquier otro espacio de educación formal- y se basan en caminatas cortas -de no más de 1 kilómetro- por la zona elegida, de baja intensidad (aclaran desde el principio que no se trata de una actividad deportiva) y con muchas paradas para cumplir los objetivos planeados que incluyen contemplar de cerca las capas que conforman una montaña, ver como crecen las plantas hasta inclusive disfrutar del silencio. 

Claro que la propuesta es mucho más que eso. A veces se incluye la observación del sol y la luna, entre otros fenómenos del cielo, con diferente instrumental como ser telescopios y por qué no lupas y hasta catalejos para poder corroborar los aportes de la tecnología. Otras veces la invitación es a disfrutar un concierto instrumental en pleno desierto y alrededor de un fogón para comprobar la relación del arte y la naturaleza. Hay veces que se visita el propio jardín botánico y el vivero de plantas autóctonas que ellos mismos hacen crecer en Zonda (también se pueden adquirir ejemplares arbóreos, arbustivos y gramíneas.

Eso si, en todas las salidas pautadas se incluye una degustación de productos regionales y hasta de algunas bebidas ancestrales que los emprendedores preparan como aquellas que derivan de los frutos del algarrobo y chañar. 

Para participar no es necesario tener ningún grado de conocimientos sobre los temas en torno a los que giran las visitas. Ni tampoco hay restricciones de edad (salvo los conciertos que están recomendados para mayores de 8 años). Hay propuestas para hacer de día y otras al anochecer.

Además de los datos puntuales que surgen en las charlas durante el recorrido, la propuesta es una oportunidad para fomentar las buenas prácticas en la naturaleza. "Hablamos de cómo hay que cuidar el espacio que es de todos, que no hay que romperlo, ni dañarlo, ni intervenirlo y que tampoco es saludable para el entorno llevarse un souvenir. Ya el hecho de generar un recorrido de bajo o nulo impacto -por eso cada paseo tiene un cupo de entre 20 y 30 personas-, el que tengamos en cuenta la contaminación de los residuos, inclusive de lo sonoro porque tratamos de hablar en voz baja en estos lugares naturales para evitar espantar con nuestros ruidos y movimiento a la fauna del lugar, es inculcar principios básicos, hacer tomar conciencia", explica Sofía que además es escritora -su libro de cuentos "La seducción de los alebrijes" que acaba de presentar en México es una creativa forma de combinar historias imaginarias propias de la literatura con ciencia, ya que buena parte del contenido tiene sustento académico- y ha ganado varios premios. Con su novio, unos años antes, habían comenzado un camino cuando en su entonces casa, en Capital, recibían a los chicos del barrio para hablar de minerales, de rocas, de plantas, de huerta, de cine documental. Eso fue en el marco de lo que llamaron "La casa del árbol".


Con la música a otro lado

Cada vez que hay luna llena, los integrantes de "Verdesierto" están de fiesta porque lanzan sus conciertos acústicos bajo las estrellas. Para eso convocan a artistas locales, todos guitarristas, que interpretan distintas melodías en volumen bajo, para apreciar el entorno lo más placenteramente posible. Ya han participado músicos de la talla de Cristian Ramos, Romina Suárez, Nicolás Suárez, Anita Elizondo y Emiliano Caglieris. Es más, enterado de esta vivencia musical, un músico rosarino, Ezequiel Rica, quiere sumarse a la luna llena de septiembre.

"Estas experiencias son preciosas porque se logra una conexión con el universo natural y el arte, en un momento donde las personas están relajadas, contemplan la luna, la flora nativa, se acallan las palabras para dejarle lugar a la poesía de los artistas. Es una actividad diferente que ya ha ganado su público, en un ámbito muy distinto: el desierto en lugar de un bar o la sala del Auditorio. Vale la pena vivirlo", asegura la organizadora.


Para aprovechar el próximo finde largo

Viernes 26/05
Astros y tierras, astroturismo y divulgación geológica
Horario: de 17 a 20 horas
Lugar: Botánico Verdesierto (en Zonda)
Valor: Adultos $4900, Menores $3000. Descuento del 10% por grupos de 4 personas o más. Las reservas se toman con el pago del 50% de anticipo por transferencia, el resto se abona el día de la actividad.
Contactos para reservas: 2644996208 / 2646255007

Sábado 27/05

Tesoros paleontológicos de San Juan
Horario: de 15:30 a 18:30 horas
Lugar: El punto de encuentro es en cercanías del Camping de Rivadavia, en la Quebrada de Zonda para luego hacer un recorrido por la Quebrada de Juan Pobre.
Valor: $3900 por persona, menores de 4 años no abonan. Descuento del 10% por grupos de 4 personas o más. Las reservas se toman con el pago del 50% de anticipo por transferencia, el resto se abona el día de la actividad.
Incluye:
Informantes de Sitio formados en Ciencias de la Tierra - Geología (Paleontología) y Botánica por la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.
Lupas geológicas
Monoculares diurnos y nocturnos
Maquetas 3D del terreno
Imagen Satelital 
Material didáctico 
Picnic saludable
Fotos de recuerdo de la actividad
Seguro 
Contacto: 2644996208

Para mayor información: Facebook e Instagram como @verdesierto.divulgacion

Los circuitos

A lo largo del año, los científicos proponen dar una vuelta por un universo para sorprenderse, a pocos kilómetros de la ciudad. Tienen un calendario que entre otras alternativas incluye los siguientes circuitos: 

.Quebrada de Zonda: Enormes montañas y caminos entre cerros labrados en las rocas más antiguas de la Precordillera.

.7 caminos: Paseo por pasarelas colgantes entre rocas plegadas como plastilina. Observación de estalactitas diminutas y cristales preciosos. 
.Quebrada de Juan Pobre: Un paseo entre fondos de mares antiguos que albergan los primeros fósiles complejos de la vida conocida. Cañones verticales, con torres filosas como catedrales, y balcones de roca desde donde admirar el mundo

."Mini Ischigualasto": El último vulcanismo activo de San Juan, es ideal para aprender a leer las pistas que dejó y admirar sus formas surrealistas que recuerdan al famoso Valle de la Luna, pero muy cerca de la ciudad. 

.Petroglifos del Cerro Bola:   Arqueología, Petroglifos y Arte de los humanos más antiguos de la región en el valle de Zonda. Místicos depósitos de ríos antiguos para pensar los orígenes de la humanidad.

.Canales de riego de la cultura Aguada (Pre-hispánicos y pre-incaicos). Todos los detalles del manejo hidráulico ancestral del río más importante de la región para regadío de cultivos en el año 1000 d.C. Miradores a los valles vitivinícolas de Ullum-Zonda.


.Huaiquerias y Paleolagos. Paseo por las formaciones con afloramientos de Zonda, que son verdaderos paraísos fósiles y una fuente milenaria de arcillas para la alfarería y la bioconstrucción. Un paisaje minimalista que alberga pistas sobre la última glaciación en nuestra región y los últimos cambios climáticos antes del poblamiento humano.


Un aporte a la ciencia

Sofía sostiene que "la divulgación es distinta a la educación. Esta última acción es geólogos que forman a futuros geólogos. En cambio al difundir o divulgar se trata de geólogos que hablan a no geólogos, lo que puede convertirse en una interesante salida laboral y de promoción humana diría, muy linda y necesaria". Con ese planteo y en base a que con la propia experiencia han ido abriendo un camino, es que han planteado la posibilidad de crear una materia electiva dentro de la carrera de Geología -lo que podría replicarse en otros ámbitos de formación universitaria- relacionada con la divulgación científica.

"Muchas veces pasa que los estudiantes no comprenden que este es un mundo nuevo, en el que no se puede centrar solamente en hablar con demasiados tecnicismos a menos que se los explique con buenas herramientas de comunicación e inclusive de creatividad para que la información llegue a todos, no solo a los colegas. Este aspecto es materia pendiente en los planes de estudio", dice la casi licenciada en Geología que ya prepara su tesis alrededor de las vivencias de "Verdesierto". 

Con las bases de este proyecto también y a pedido de la ong internacional, más precisamente la Fundación Aves Argentinas, empezaron a formar a distintas personas en Barreal y Calingasta, sobre los modos de llevar adelante "buenas prácticas en la naturaleza". Hicieron un taller hace apenas unos días.

Además el equipo de "Verdesierto" participa en una iniciativa en Angualasto que vincula la Geología, la Arqueología, el arte de la cerámica y la población.

Por Paulina Rotman
Fotos: Gentileza Virginia Moreno, Sebastián Moreno, Pablo Blanc y Sofía Llopiz