Cocinar hace bien
Sin duda que preparar alimentos en la casa tiene muchas bondades: Son más saludables, más económicos y es una linda tarea para divertirse y conectar emociones con los más pequeños.
Sin duda que preparar alimentos en la casa tiene muchas bondades: Son más saludables, más económicos y es una linda tarea para divertirse y conectar emociones con los más pequeños.
Los amantes de la cocina saben que cocinar hace bien. Por qué no aprovechar esta cuarentena para fortalecer esa actividad en el hogar junto a los chicos, teniendo en cuenta que puede ser muy divertida. Ni hablar si se preparan alimentos saludables que pueden ayudar a estar mejor (física y anímicamente), si se hace con amor -ese sentimiento que ahora se valora más en el aislamiento-, y poniendo el corazón porque lo comerá otro miembro del grupo familiar. Esto sin contar que puede ser muy entretenido. El tema es no complicarse, por el contrario disfrutar ese momento, y con insumos que estén a la mano, siempre pensando que lo mejor para todos es quedarse en casa.
También es una forma de ver la vida, muchos de los grandes cocineros fueron encaminados en esta actividad por sus padres o abuelos desde que eran pequeños. Una habilidad básica para la supervivencia. Natalia Riveros, pastelera y sommelier especializada en degustación de té, con estas premisas señaladas, recomienda una ricas y fáciles recetas, muy nutritivas para cocinar con los chicos. Por supuesto que también hay una especial para celíacos.
1 banana
1 zanahoria chica
2 cucharadas de azúcar (se puede reemplazar por edulcorante)
100 gramos de avena
Ralladura de medio limón y naranja, esencia de vainilla
30 gramos. de pasas
1 huevo
Elaboración
Colocar en un bols la zanahoria rallada, la banana previamente pisada, las ralladuras, el huevo
y por último la avena. Mezclar bien hasta formar una pasta. Con la mano tomar pedacitos de
esta pasta y colocar en una bandeja para horno (enmantecada y enharinada) y aplastarlas
dándole forma redonda. Luego llegar a horno precalentado a 180 grados por 25 minutos. Esperar que se enfríen y sacar de la bandeja.
500 gramos de harina 0000
15 gramos de sal
1 cucharadita de azúcar
10 gramos de levadura seca
200 cc de leche
1 huevo (temperatura ambiente)
4 cucharadas de avena
Semillas (girasol, lino, chía, sésamo) opcional
50 cc de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
En un bols colocar la harina, avena, sal, azúcar y semillas, mezclar bien. Realizar un hueco en el medio y colocar la levadura (siempre debe estar lejos de la sal ya que podría quemarla y eso provocaría que el pan no leude). Por otro lado en uno bols romper el ligue de los huevos, agregar la leche (tibia) y el aceite de oliva. Mezclar bien y volcar todos los líquidos en el recipiente anterior. Integrar bien los ingredientes y amasar (dicen que cuando se amasa con amor y cariño el pan sale mucho más rico), una vez que la masa esté lisa colocar en un recipiente, tapar y reservar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen.
Transcurrido ese tiempo dividir la masa en dos y desgasificar (retirarle el gas que posee la masa) formar un rectángulo de cada masa y enrollar. Colocar en una budinera o si no tienen en una placa ambos panes. Volver a tapar y dejar que duplique su volumen. Una vez listo hornear en horno precalentado a 200 grados C por 40 minutos.
150 gramos de manteca (temperatura ambiente)
3 huevos
150 gramos de azúcar común
300 gramos de premezcla
1 cucharadita de polvo de hornear
2 manzanas
Esencia de vainilla
Elaboración
Batir la manteca pomada junto con el azúcar y la esencia hasta que quede una crema. Luego incorporar los huevos de a uno y seguir batiendo hasta que quede todo integrado. Añadir la premezcla con el polvo de hornear y batir bien (para evitar que queden grumos), finalmente incorporar las manzanas en cubos y disponer la mezcla en una budinera o placa (que sea apta para celíacos) y llevar a horno precalentado a 160 grados C por 30 minutos. Una vez frío se puede espolvorear con azúcar impalpable.
100 gramos de azúcar común
200 gramos de manteca
2 yemas
300 gramos de harina 0000
Esencia de vainilla, ralladura de limón
Dulce de membrillo o dulce de leche
Elaboración
Batir la manteca con el azúcar, perfumar con la esencia y ralladura. Agregar las yemas y batir bien. Por último colocar la harina y tomar la masa hasta que quede todo bien incorporado. Envolver en film y llevar a heladera por al menos 2 horas. Una vez transcurrido el tiempo tomar la masa y formar bolitas (que sean todas del mismo tamaño) y con el dedo hacer un hueco en el medio, luego rellenar con el dulce a gusto. Finalmente colocar en una placa enharinada y llevar a horno a 180 grados C por 15 minutos
* Se sabe que productos contiene cada comida. No hay que mirar en el paquete cuales son los ingredientes para saber si perjudican o no la salud.
* La buena energía con la que se prepara cada receta.
* Es más barato cocinar en casa. Sin contar todos los beneficios para la salud.
* Es más rápido. No tiene porque demandar horas y horas. Hay platos que se hacen en media hora o menos.
* Es una actividad que ayuda al relax cuando se aprende a disfrutar de la cocina. Es un espacio creativo, más si se hace con otra persona dispuesta a pasarla bien.