Inmersa en la viña, avanza la construcción del templo en Bodega El Milagro.

Juan Diápolo, de la Bodega El Milagro en Albardón, avanza ahora en la construcción de un templo ecuménico para el turismo enológico en su pequeña bodega artesanal de Albardón.


"Nosotros estamos avanzando en un proyecto a mediano plazo. Ahora con la capilla ecuménica e incluye también luego, un par de cabañas para que el turista que llegue a vivenciar y trabajar en la cosecha y elaboración de vinos y chacinados en San Juan", sostuvo el empresario familiar agregando que, "debemos difundir todas las bondades de nuestros productos y posibilidades de cultivo en el país y el mundo; pero también en San Juan. Todos deberíamos conocer nuestros atractivos para luego difundirlos en el exterior".


La familia Diápolo comenzó hace 23 años en Albardón, calle Sarmiento 350 antes de calle La Laja, "de manera artesanal con la plantación de las vides primero, y luego por necesidad debimos recurrir a hacer vino; porque la rentabilidad no nos daba y comprendimos que el valor agregado podía ser mucho más importante a la hora de la ecuación económica y de última, lo podíamos compartir con amigos al vino y no con enemigos".


"Cuando el vino valía $0,05, 1997 cuando $1 era igual a U$S 1, nos entusiasmamos y prendimos a hacer vino con maestros y enólogos muy generosos que nos enseñaron a superarnos permanentemente en calidad y agregar valor a la uva para poder crecer", recordó.


"Nosotros acá recibimos al turista en nuestras cavas, le contamos la historia del vino y del jamón, le mostramos sus procesos e incluso, según la época del año lo hacemos participar de alguna labor", comentó Diápolo.


Y agregó: "Ahora estamos terminando un templo, para que la gente que llegue a la viña, pueda encontrarse con Dios, consigo mismo y con los demás en un lugar preparado para el ejercicio espiritual de los valores humanos; por supuesto, enclavado en la viña".

De base triangular y cúpula piramidal, Juan Diápolo está orgulloso de su obra.
La pasión por la vitivinicultura es "catequizada" en las cavas albardoneras.

Todos conocen la pasión de Juan Diápolo, quien lleva construido más de 70 monumentos religiosos de distinta envergadura, incluyendo capillas en los lugares más recónditos de la provincia y espacios de adoración a Dios en enclaves estratégicos. Y sus desafíos siguen.


La pequeña iglesia en construcción en su viña hoy tiene forma piramidal y la cúpula es piramidal. Está pensada para integrar además el entorno vitícola, haciendo de la naturaleza parte del templo, es decir, amigable con la Casa Común como le llama el papa Francisco al planeta, en su primer encíclica.


Además suma un templo a cielo abierto, con 11 asientos para compartir la oración, dispuestos de manera circular y rodeados de cañas de bambú y jardines colgantes insertos en el corazón de la viña.

Los turistas pueden conocer los procesos de elaboración del vino y del jamón.

Mejor con jamón

"El señor de los jamones", tal como bautizamos a Juan Diápolo en una entrevista anterior de Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO sostiene que "durante mucho tiempo fuimos una provincia terminal en lo comunicacional y por ende debemos hacer mucho esfuerzo para que el turismo elija y llegue a San Juan. Debemos sumar atractivos, productos y experiencias para quienes nos eligen como destino", afirmó.


Y relata: "En uno de los viajes a Europa que Dios me regaló, probé los jamones serranos y me dije, cómo puede ser que estos jamones no sean salados. Yo venía de la cultura del carneo en San Juan y esto me llevó a investigar a replantearme esto y a entusiasmarme".


"Encaramos primero una pequeña cámara de frío para poder estar en el sistema y analizando las pruebas y corrigiendo errores en un proceso que lleva tiempo, un año por lo menos, para saber cómo sale el producto y que se debe mejorar. Se combate mucho con la ansiedad", bromeó.


Luego de explicar todo el proceso, Diápolo comentó: "En esta última campaña llevamos elaborados más de 700 jamones. Su demanda crece para las fiestas de fin de año, dónde muchas personas acostumbran a regalar o regalarse un jamón o compartir una +jamonada+ en una fiesta. A la hora de hacer el jamón se hace la cala o control de calidad pieza por pieza para estar seguros utilizando herramientas espaciales".


Finalmente Diápolo, a los pies de un pequeño busto del "Cura Brochero", indicó: "Hace poco visité el museo de San Gabriel Brochero. Me sentí motivado y hasta me identifiqué con él. Deberíamos imitar más a este hombre que construyó caminos a pico y pala, redes de riego y movilizó multitudes a mejorarse como persona con los ejercicios espirituales y hoy, transformó un pequeño pueblo; en un polo turístico por excelencia".

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