"Debemos ser precavidos. La pureza de la semilla depende de la seriedad de los viveristas, que trabajan con mucha seriedad los cruzamientos de manera totalmente aislada para conservar la pureza genética de las plantas", explicó Marcelo Ighani en su invernadero.


La historia del pistacho en San Juan es apasionante y sólo basta con escuchar al arquitecto iraní Marcelo Ighani cómo introdujo el cultivo a San Juan: "En 1981 comencé con las primeras semillas de pistacho traídas de Irán. Luego, traje yemas, en una papa para conservarles la humedad, para injertar las plantas germinadas en San Juan".


"Recién a partir de 1992 pude comprobar las condiciones agroecológicas inigualables para el cultivo en el Valle de Tulum", señala Ighani quien junto a su familia cultiva, exporta y asesora a nuevos inversores en el Pistacho.


"Las primeras experiencias sirvieron para detectar diversos inconvenientes agronómicos que nos llevaron a averiguar en EEUU, buscando plantas con mayor desarrollo tecnológico fruto del estudio científico", recuerda.


Seriedad

"A partir de ahí trabajamos con la Universidad de Fresno en California donde existe un centro de investigaciones de avanzada en biotecnologías y genética aplicada al cultivo y producción de pistachos", afirma.


Y remarca "obtener una variedad y ratificar los resultados de los avances en un árbol como el pistacho lleva hasta 3 décadas de investigación en temas como la resistencia a verticiliun o heladas y obtener los clones de las nuevas variedades".


"Por ello nosotros trabajamos en nuestro vivero con material genético resultado de décadas de experiencias tanto de estas universidades, como así también de comprobación de resultados en nuestro país", indicó destacando: "Es clave ser precavidos a la hora de elegir las plantas". 


"La Universidad de Fresno tiene la patente original de esta semilla. Ellos han concedido a viveristas destacados que pagan un royaltie a este centro de investigación por comercializar estas semillas".


"Hoy encaramos un programa de germinación y obtención de unas 160.000 plantas. Comenzamos con 20.000, luego 40.000 y 80.000 plantas", indicó Ighani agregando: "Hemos duplicado esta año la obtención de árboles de pistacho en función de la creciente demanda, además de abastecer nuestras inversiones en Carpintería y 25 de Mayo".


"Nosotros germinamos las semillas en nuestro propio laboratorio con semilla originaria de Estados Unidos, UCB1 cueste lo que cueste", afirmó agregando: "El año pasado nosotros entregamos plantas a 19 productores nuevos de San Juan, es decir, el equivalente a la cantidad de productores que hasta entonces se conocía oficialmente en la provincia. De Mendoza también tenemos compras".


"Nosotros usamos pie Pioneer para el Valle de Tulum o UCB1. El Pioneer es mejor para este oasis que el UCB1. Yo diría que este último es para zonas de heladas muy fuertes solamente. A la hora de injertar trabajamos con las variedades Kerman en hembras y Peter en machos", comentó finalmente Ighani.