Un grupo de alumnos de la Tecnicatura de Minas Escuela Industrial Domingo F. Sarmiento a través del Gabinete de Investigación de la institución, ideó dos desarrollos tecnológicos que podrían trascender las fronteras de San Juan. Se trata de un software para modelado geológico y nanopartículas de bentonita para proteger a los frutos de la putrefacción.


Matías Gueglio y Francisco Sarmiento, más la dupla conformada por María Sol Bessi y Malena Sánchez, todos bajo el asesoramiento y la dirección de la profesora Graciela Illanes, desarrollaron estas propuestas. 


“Ambos proyectos tienen aristas muy interesantes en cuanto a sus aportes, por un lado un software para planificación minera cuya licencia tiene un elevado costo y por otro la posibilidad de dar valor agregado a productos locales en su comercialización.Lo destacable es que se trata de ideas que surgen entre quienes quieren hacer investigación en forma independiente, ya que el gabinete es extra curricular, vienen fuera de las horas de clase y los triunfos que se obtienen son los certificados de participación en diferentes certámenes”, explicó la profesora Illanes.


Uno por uno y explicado en primera persona por los propios alumnos, CUYO MINERO cuenta de qué se tratan los proyectos. 

El equipo. De izquierda a derecha, Sol Bessi y Malena Sánchez, la profesora Graciela Illanes, Francisco Sarmiento y Matías Gueglio, el grupo innovador de la Industrial.


 

Software para planificación
(Gueglio / Sarmiento)

“La idea surge porque notamos escasez de tecnologías de computación en la tecnicatura entonces investigando los distintos programas que hay dentro del ámbito minero, encontramos un programa que es de licencia gratuita en español que utilizamos como base. Es que el problema de estos programas es el valor de su licencia y los que son gratuitos te cobran la capacitación que puede estar saliendo 100 dólares el curso. Entonces empezamos a hacer el tutorial con la idea de poder incluirlo a la tecnicatura como una manera de facilitar el acceso y facilitar la representación de lo que nosotros vemos en la teoría”, explicó Matías Gueglio.


“Es un software totalmente adaptado a las necesidades de la tecnicatura de minas de la industrial. Con él podemos modelar lo que sería un yacimiento, o sea, la forma de los cuerpos, los métodos de explotación, cuánto tiempo se va a trabajar la explotación. Es una herramienta bastante interesante con las que podemoshacer basicamente un proyecto desde su etapa temprana hasta que se finaliza”, sumó Francisco Sarmiento. 


Según contaron los alumnos, la idea es comenzar a aplicar el software a partir de este año, por lo que están previstas capacitaciones para todos los alumnos interesados en utilizarlo y aplicarlo. “También se evalúa la posibilidad de establecer convenios con otras instituciones a las que les pueda resultar ùtil”, agregó la profesora Illanes. 


El desarrollo del proyecto les llevó a los alumnos seis meses y participaron con excelente repercusión en Técnica Mente, el Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Técnico Profesional.


Nanopartículas de Bentonita
(Bessi / Sánchez). 

“Nuestro proyecto es sobre la incorporación de nano partículas de Bentonitas y transformar una película que sea comestible para aplicarla sobre frutas y así evitar que se oxiden y por tanto, se pudran. Es un método para prolongar la vida de la fruta”, detalló María Sol Bessi. 


“Utilizamos las nano partículas de bentonita para adquirir la propiedad física que tiene, que es el hinchamiento al tener el contacto con el agua, eso hace que forme una barrera al vapor de agua. Elegimos la bentonita por sus características mineralógicas, que son las que forman la barrera al pulverizar la fruta”, agregó Malena Sánchez. 


Esta solución protectora por recubrimiento, también está compuesta por quitosano (un elemento derivado de los crustáceos, orgánico y no mineralizado) y la quinoa (una harina que al no contener almidón es apta para celíacos). 


Lo que las chicas han concretado es la primera etapa probando diferentes dosis de arcilla. Su continuación consitiría en determinar las proporciones adecuadas a utilizar y luego los ensayos y sus efectos; tarea que quedará a cargo de los alumnos que en 2017 quieran tomar la posta en el Gabinete. 
La etapa de investigación también llevó a estas alumnas seis meses y su fin fundamental fue sentar las bases en un producto amigable con la salud que permita retardar el proceso de oxidación de las frutas, factor que determina su precio en el mercado puesto que nadie quiere comprar algo marchito o con manchas negras. La idea es que la fruta no pierda sus características y menos aún su valor.