Para fin de mes está previsto concretar la apertura de concurso para el anteproyecto de la intervención y puesta en valor de las Ruinas de Hilario, el primer yacimiento minero del país. Así se confirmó desde el Colegio de Arquitectos de San Juan (CASJ), entidad a cargo del concurso de convocatoria nacional, luego del reciente lanzamiento oficial por parte del Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia, la Dirección de Patrimonio Natural y Cultural, el Colegio de Arquitectos y la Municipalidad de Calingasta.

A partir de la apertura, las bases del concurso estarán disponibles en la web del colegio y desde allí habrá 45 días para la presentación de proyectos, consultas y visitas al terreno. Finalizada esta etapa inicia el proceso de selección de las propuestas bajo el análisis de un jurado compuesto por cinco miembros entre los que estarán representados la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA), el CASJ, la Dirección de Patrimonio y el municipio calingastino.

“Es un honor para nosotros tener esta responsabilidad porque se trata de un concurso para la conservación del patrimonio histórico, estamos acostumbrados a que se trate de edificios nuevos y esta vez será para preservar y con lineamientos muy específicos”, dijo el vicepresidente del CASJ, Emilio Lloveras. Según comentó Lloveras, el antecedente más reciente en cuanto a convocatoria nacional aunque no vinculado a patrimonio, fue el de la remodelación de la ex Cavic, para la construcción de la Ciudad Judicial y que permitió una selección entre 30 proyectos. “Que sea un concurso a nivel país brinda la posibilidad de nutrirnos de proyectos innovadores con miradas de experiencia de otras provincia e incluso de aquellas provincias mineras que hayan tenido una intervención patrimonial y si no es así crear el antecedente desde San Juan”, dijo Lloveras.

Estos lineamientos tienen como eje principal la conservación y serán desarrollados en base a la información técnica e histórica aportada desde la Dirección de Patrimonio, a través de un proceso que culminó a principios de este año con la recopilación de imágenes subterráneas mediante un escáner laser. Las mismas abarcaron la zona que se extiende desde la ruta que conecta Calingasta con Barreal y llega hasta las zonas de las áreas descubiertas de Hilario (chimenea, molino y lo que habitualmente se ve desde el camino).

El escáner se trajo desde el exterior y un experto egipcio llegó a la provincia con este fin, luego de un convenio con la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, de la UNSJ, mediante la cual se pudo tener acceso al experto y a esta tecnología. “Necesitábamos de un estudio arqueológico con el que pudiéramos conseguir información pero sin dañar y esto es lo que nos permitió el escáner, que nos aportó data sobre una serie de ductos subterráneos que completan el trabajo que se hacía en la planta”, explicó Andrea Blanco, directora de Patrimonio de la provincia. La tarea se hizo entre fines de enero y febrero de este año, con la recopilación e interpretación de los datos, de un área que hasta la fecha permanece oculta bajo la tierra, luego de años de acumulación de sedimentos y bajada de inundaciones por la zona.

En el proceso previo, la provincia concretó la expropiación solo del área histórica de las ruinas para su protección porque, hasta ese momento en el año 2016, había dado lugar a múltiples actos de vandalismos que perjudicaron el endeble estado de las ruinas, todas de adobe y paja. A partir de allí iniciaron estudios técnicos como plan altimétrico, datos topográficos, registro de la mensura correspondiente del área expropiada, investigación y fundamentación histórica, estudios arqueológicos.  Este será el basamento a considerar por parte del Colegio de Arquitectos que tendrá el desafío de la fundamentación  técnica para las bases del concurso. “Por el carácter histórico del lugar impone condiciones intangibles que se tienen que cumplir para dar forma a lo práctico,  damos libertad a las propuestas pero siempre considerando que se trata de un bien al que queremos cuidar y conservar.”, cerró la directora de Patrimonio.

(Foto: gentileza Diana Gil)

Pionero

Las Ruinas de Hilario formaron parte del primer yacimiento minero del país y hace más de 10 años las declararon Monumento Histórico Nacional.

Protección

El vandalismo y el desgaste natural del clima han ido degradando las Ruinas de Hilario que hoy revisten la necesidad de ser protegidas con un proyecto concreto.

¿Qué  es la puesta en valor?

La puesta en valor de un bien empieza por la decisión de protegerlo. Esta decisión tiene que estar bien justificada, basada en el aprecio y consideración social del propio bien, el que tiene  que ser representativo y cumplir con ciertas características como el significado cultural o histórico con el fin de que perdure en el tiempo. En el caso de Hilario, se trató de una ciudad minera que fue construida a mediados del siglo XIX que se llamó Villa Rickard, el apellido del ingeniero inglés convocado por el gobierno argentino y nombrado Inspector de Minas en 1862 durante la época de Sarmiento. El sistema minero de Hilario abarca las minas de Carmen Alto en la sierra del Total, la villa Rickard y la planta de fundición, constituyendo uno de los proyectos que Sarmiento pudo concretar cuando fue gobernador de San Juan entre 1862 y 1854. En 1870,  cuando culminó su período, el lugar quedó abandonado y nunca más se realizaron explotaciones. En este marco, la tarea de puesta en valor del Patrimonio Cultural se realiza con el fin de que estos bienes estén disponibles para su disfrute, de ofrecerlos en buenas condiciones a la sociedad y que se aprecie. Para esto, se debe llevar a cabo un estudio minucioso de los bienes y establecer medidas de actuación que en el caso de San Juan, inicia una nueva etapa con la apertura  del concurso de anteproyecto para la puesta en valor en intervención de las Ruinas de  Hilario.