En recuperación. Las exportaciones de ajo mostraron signos de reanimación en esta campaña.  

Alfredo Figueroa, presidente de la Cámara de Productores y Exportadores de Ajos y afines de San Juan y propietario de la pyme familiar San Juan Ajos SA, comentó a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO que la campaña que termina finalizó "con mejores resultados que los años anteriores, considerando que venimos de unos cinco años de quebranto generalizado del sector, sequía extrema y agudos problemas de competitividad internacional". 


Esta situación de mejoría lejos de deberse a los cambios de timón en las políticas macro económicas nacionales, el exportador lo adjudicó a "la falta de ajo en el mundo. Hoy la oferta de ajo en el mundo es deficitaria y por eso hay mejores condiciones. Nada más". 


Explicó que "para las economías regionales como la nuestra cada día es más difícil exportar. Perdimos muchos mercados por las represalias a las políticas proteccionistas argentinas y la pésima gestión cambiaria y hoy estas condiciones no se han revertido". 


Agregó que "hoy el tipo de cambio está sujeto a la tasa de inflación y esto para quienes exportamos no nos posibilita competir, mucho menos luego de años donde el estancamiento cambiario nos dejó, a precios relativos muy mal parados en el exterior". 


"Pero cuando hay voluntad de cambio y ganas de trabajar por el comercio exportador regional esto es muy fácil de solucionar y tiene bajo costo para los gobiernos nacionales y provinciales", indicó Figueroa agregando, "necesitamos un tipo de cambio diferencial, aumentar los reintegros y gestionar acuerdos comerciales más favorables en los mercados, dado que las retenciones ya se eliminaron". 


Cabe aclarar que según fuentes consultadas los valores este año, por la escasez internacional, se ubicaron alrededor de los U$S 22 la caja de 10 kilogramos. 


Otros de los problemas serios "es el de la mano de obra. Durante años nos hemos visto obligados a tecnificar lo más posible. Pero nuestros cultivos son mano de obra intensivos, cuyos costos son muy elevados.  


Cabe recordar que un cultivo de ajo demanda, entre mano de obra directa e indirecta, unas 4 personas por hectárea de cultivo en promedio y este dato sirve para graficar el impacto de la actual hiperreducción del aparato productivo en la economía sanjuanina. 


 Sobre la superficie de cultivo indicó: "Ya el año pasado mejoraron levemente las condiciones y comenzamos a recuperar parte del enorme terreno perdido en mano de los barrios. Llegamos a un piso de 700 hectáreas el ciclo anterior y hoy estamos cerca de las 1.100 aproximadamente", consignó el productor y exportador, significando el 40% de aumento estimado en área de este cultivo". Estos valores son muy lejanos de las aproximadamente 3.200 hectáreas que llegó a cultivar San Juan en el ciclo 2011, por ejemplo. 


"En Calingasta, un departamento privilegiado para el cultivo del ajo blanco, desaparecieron muchos productores en los últimos años y esto es una pena. Nos duele que el mejor oasis de país para este cultivo casi haya desaparecido para esta actividad". 


En materia de sanidad indicó "hemos reducido mucho nuestra calidad. Por la crisis, no hemos podido sostener los trabajos de multiplicación de simientes libres de virus que muchos productores veníamos haciendo. Nos llevará no menos de cuatro campañas reponernos en sanidad y otro tanto en tecnologías".  


"Para saber mejor donde estamos parados, nosotros hemos solicitado al ministro, tal como ya lo hacíamos cuando era secretario de agricultura, el relevamiento satelital de la superficie cultivada, que es más preciso, rápido y por ende económico, pero aún sin resultados", afirmó finalmente Figueroa. 

EN NÚMEROS 
 
1,8  
millones de dólares de valor FOB se exportaron en el primer semestre de este año. No hay datos oficiales del 2015 ni de volúmenes. 
 
 1.100 hectáreas serían las que se habrían cultivado este año que termina. Lejos están de las más de 3.200 cultivadas años atrás. 

Estamos en pleno proceso de recuperación del tiempo perdido. Han sido varios años malos, y lentamente vamos resurgiendo. La calidad se ha disminuido, y no se han podido mantener los trabajos de multiplicación de semillas libres de virus. 
 
Alfredo Figueroa - Presidente Cámara Ajeros