Hace cinco años y medio Ivana Taft se encuentra en Israel, desempeñándose como fotógrafa. Actualmente trabaja en un canal internacional de noticias, lo que hace que su mirada sobre la pandemia en aquel país sea más profunda.

Durante el 2020 el país estuvo tres veces en cuarentena estricta, siendo la última de diciembre del año pasado a enero de este año, debido a un aumento considerable de casos. Los aeropuertos estuvieron cerrados y se establecieron estaciones para la realización del test en distintos puntos del país, como plazas y estacionamientos.

Pero desde enero, la realidad de Israel cambió favorablemente, gracias a la vacuna Pfizer.

“Fueron muy rápidos y muy insistentes con la campaña. Se instalaron carpas en lugares públicos para llegar a mayor cantidad de personas, logrando avanzar rapidísimo con la vacunación en tres meses. Hoy quienes faltan vacunarse deben ir hasta las clínicas y la colocación de la vacuna es gratuita”, comenta Ivana, quien minutos antes de la realización de la nota había acudido a una clínica para recibir su segunda dosis. “Fui sin turno, como todos, a un lugar que queda a 10 minutos de mi casa a pie. En media hora ya estaba libre”.

En enero vacunaron los grupos de riesgo, abriendo luego la vacunación a todo el público a partir de febrero. Hoy es uno de los países ejemplo, ya que más de la mitad de la población se ha aplicado las dos dosis.

Quienes recibieron la vacuna completa cuentan con un “pasaporte verde”, similar a un certificado de vacunación, para poder circular de manera libre e ingresar a gimnasios, sinagogas, etc. Además, pueden salir del país sin inconvenientes y al regresar, no deben hacer la cuarentena (que era de manera gratuita en hoteles), pero sí presentar un PCR 24 horas antes de iniciar el viaje y otro al regresar, por lo que comenta Ivana, quien ya cuenta con su pasaporte. 

Gracias a la gran cantidad de personas vacunadas, Israel ha comenzado a adoptar nuevas medidas con relación a la flexibilidad de la actividad, ya que durante el 2020 la situación económica fue complicada para el país, similar a la del mundo. “Más de 2 millones de personas se quedaron sin trabajo. Restos, bares, gimnasios, institutos y todos los eventos públicos estuvieron suspendidos y sin actividad hasta el mes pasado. El país estuvo parado casi un año entero”, sostiene Ivana.

Fotografía tomada por Ivana durante el confinamiento

Hoy, debido a las nuevas flexibilizaciones, varias son las afirmaciones que sostienen que Israel es uno de los primeros países más cerca de volver a la “normalidad”. “Este mes se siente que todo va volviendo a la normalidad. Hay gente en la calle, en las playas, en los bares, fiestas, museos y actividades en general. Todas esas actividades se flexibilizaron cuando el número de afectados bajó a menos de mil casos confirmados por día”, comenta la sanjuanina.

Ivana Taft, sanjuanina en Israel 

Sin duda, el testimonio de Ivana puede parecer de otro mundo, ya que la situación de nuestro país es totalmente alejada a la realidad que hay en Israel. Actualmente la única medida vigente es el uso obligatorio del barbijo, ya que los expertos aun piden cautela, prudencia y precaución para que el regreso a la nueva normalidad sea una realidad, y no solo expresiones de deseo.