Según estimaciones del sector, este año las ventas externas de uva de mesa sumarían apenas 6 millones de kilogramos, cerca del 9% del récord de los 70 millones de kilogramos de la campaña 07-08.  


Algunos prefieren echarle la culpa a los problemas de calidad que la baja rentabilidad de más de una década terminó ocasionando en los racimos. Pero además y como tiro de gracia, las fuertes heladas dejaron un 40% menos del total de la uva para consumo en fresco y pasa de años anteriores en setiembre pasado. 


Con este panorama, las dos principales exportadoras, no cosecharán sus uvas, tampoco procesarán ni prestarán servicios de frío. Y lo que es más grave, los comentarios entre los viticultores y la noticias marcan que se irían para siempre en breve. 


Ante los requerimientos periodístico, el belga Tanguy De Bock, nuevo gerente de la internacional Expofrut se excusó con su actividad en Brasil esta semana; mientras el ingeniero Enrique Ahún, de la firma Patogonian Fruit Trade, solo comentó: "Este año no exportaremos uva, ni comercializaremos en el mercado interno. Tampoco brindaremos servicios de frío. No hay rentabilidad en ninguna de estas actividades y por ende no las desarrollaremos". 


Finalmente lamentó: "Que el esfuerzo de tantos productores y exportadores desarrollados durante más de 30 años se haya perdido por la falta de interés de las políticas públicas". 


El año pasado, el sábado 12 de setiembre y como corolario de una decena de artículos denunciando esta situación, Suplemento Verde de Diario de Cuyo publicó un informe elaborado por los destacados consultores ingeniero Carlos Resio y el licenciado Miguel Angel Ginacinti anticipando el actual funeral de esta actividad en San Juan. 


En el mismo explicaron las causas de por qué la provincia pasó de exportar más de 70 millones de kilogramos en 07-08 por unos U$S 85,8 de valor FOB a unos U$S 32 millones y 12 millones de kilogramos en la 14-15 y unos 9 millones de kilogramos el año pasado. Los profesionales denunciaron los profundos desequilibrios entre la inflación de costos del sector y las devaluaciones del $ frente al U$S, que por diferencias de precios relativos con los mercados del exterior, provocaron la reducción de las ganancias de U$S 0,20 por kilogramo en el 07-08, a quebrantos de U$S 1,34 la temporada 14-15. 


Las soluciones propuestas en dicha investigación -entre las que estaba la quita de retenciones ya lograda-, son las mismas propuestas este año a los gobiernos nacionales y provinciales con restricciones presupuestarias como los actuales y aún sin eco en el gobierno. 


Ellas son Buscar acuerdos comerciales con la Unión Europea y Rusia, para disminuir aranceles de importación en los principales mercados de la uva sanjuanina. Elevar los reintegros a la exportación por lo menos al 12% del valor FOB y recuperar financiamiento acorde para las pymes. 


El impacto social es enorme y complejo de cuantificar: Entre el 2007 y el 2015 ingresaron a la provincia unos U$S 650 millones. Una hectárea demanda unos 400 jornales al año, por los que las 3.000 hectáreas que se preparaban significaban 1,2 millones de jornales solo de mano de obra directa, hoy reducidos al 10% o menos de este número. 
 

La empresa de la familia Barceló es una de las pocas sobrevivientes en el sector frutícola provincial para esta campaña.